CARTAS DE AMOR: My dear Lore Escrita a Lorena Cariaga Dattoli. Agosto 25/Lunes. Año 2008.- D.D.Olmedo.-
CARTAS DE AMOR: My dear Lore
Escrita a Lorena Cariaga Dattoli. Agosto 25/Lunes. Año 2008.-
My dear Lore: En el año 1994, mientras cursaba el cuarto medio en la Fundación Duoc, uno de los pocos compañeros agradables de aquel tiempo me dio uno de los mejores regalos en mucho tiempo, traer tu amistad a mi convulsiva existencia. Paradojalmente, a poco andar él y tú concluyeron su vínculo y con todo, la amistad sustentable en el transcurso del tiempo fue la nuestra, la que ambas nos empeñamos en mantener. ¡Qué cosas tiene la vida!
Logré terminar la enseñanza media, luego fui a la universidad; tu terminaste tu carrera y más encima te especializaste y cada vez que miré hacia el lado, tú estabas en partes y trayectos importantes y aún así, falté, te fallé y no fui la amiga que merecías. Caí en la estupidez en la cual todo el mundo rueda y finalmente cae; creer que los buenos amigos siempre deben aguantarnos, que siempre disponen ambos lados de la cara para recibir bofetones. Es cierto, fui inconsecuente, liquidante y pendeja a más no poder. Me salté todo ítem de responsabilidad, de coherencia y valores implícitos en nuestra amistad. Y sin embargo, tú nunca dejaste que mi imbecilidad nos separara. Al final del tiempo, tras la sensación de equivocación que te devora por dentro, de todos modos me buscaste para decirme que nada habías de reprochar.
El tiempo pasó y al mirarte, reconozco que los tejidos se reconstruyeron de un modo genuino; cada vez que te miro veo la nobleza de un corazón puro, de una generosidad a prueba de balas y de la garra más feroz que nunca haya visto en otra mujer de tu talla. El tiempo pasó y fuimos coordinando en silencio otros códigos, otras fuentes de enriquecimiento, otras dinámicas para hacer que el sello de lo nuevo añadido a lo sólidamente construido, no nos desalentara. Todo, todo lo que me diste cuando no tenía fuerzas, es parte de la sangre que hoy corre por mis venas.
Quería escribirte esta carta porqué tengo claro que mis palabras en vivo y en directo casi siempre son insuficientes, quería decirte que te admiro profundamente, que no pasa un solo día en que me siente pequeña al lado tuyo viendo como desafías las dificultades y siempre te mides con altas murallas... murallas de pimienta que se desvanecen ante tu esfuerzo de largo aliento, ante tus propósitos que siempre envuelven el deseo de hacer todo y más por tu gran amor: FRANCISCA.
Quería escribirte estas líneas porque hoy emprendes un nuevo desafío, uno que tiene olor a permanencia, a cuota de certidumbre necesaria, a premio por los días de tristeza, a corona por haber representado las características y virtudes necesarias: Templanza y Paciencia.
Hoy mi querida y más preciada amiga, te digo que todo el porvenir está a tus pies, no postrado ni reverenciado pues ambas sabemos que todo el entorno puede dársenos traicioneramente sino, digno, diáfano, selecto e impactado por tu obstinación de hacer las cosas bien, por dárselas bien a tu hija y hoy a Miguel.
Hoy y en adelante te cobijara una nueva cama, tus paredes vestirán una nueva esperanza, tu puerta abrirá cada día un nuevo mañana... todos los días habrá un rostro observando tus ojos llenos, tus ojos dulces, tu fauna interna y tu selva eterna de energías estrelladas... he aquí y ahora... he aquí tu tiempo, he aquí tu ilusión plena realizada.
Amiga mía, compañera de lucha, guerrera de campañas eternas y fiel aliada en la soledad de la inmunda tristeza satánica. Te quiero con todo mi corazón y mi amor es inmenso, tan inmenso como todo lo incalculable que siempre me has dado tú.
En buena hora.
Y como dice el maestro Cerati: USA EL AMOR, USA EL AMOR COMO UN PUENTE.
PD: Este bello poema hecho canción (Manuel García)
CUANDO ELLA SE ENAMORO, NO PENSO QUE EL CORAZON ERA ROJO... PARA SIEMPRE... SIEMPRE ERA ROJO, ROJO POR SIEMPRE... NO LO PENSO, EL CORAZON
Y LO GUARDO EN UN RINCON, SIN SABER SI UN DIA EL SOL LE DARIA OTROS COLORES, OTROS COLORES, OTRO COLOR... UN DIA EL SOL... NO LO PENSO...
SE DESPERTO UN DIA EL SENTIR, SU LATIR COMO UN TAMBOR... QUE LLAMO DE MUY ADENTRO, COMO UN LAMENTO, PRESENTIMIENTO, DE ALGUN TEMBLOR... COMO UN TAMBOR, COMO UN TEMBLOR...
ENTONCES EL CIELO CAMBIO, SE VOLVIO MENOS AZUL, Y ELLA VIO QUE LOS COLORES NO ERAN AMORES, QUE LOS DOLORES DEL CORAZON BIEN ROJOS SON... BIEN ROJOS SON... DEL CORAZON... BIEN ROJO SON...
Escrita a Lorena Cariaga Dattoli. Agosto 25/Lunes. Año 2008.-
My dear Lore: En el año 1994, mientras cursaba el cuarto medio en la Fundación Duoc, uno de los pocos compañeros agradables de aquel tiempo me dio uno de los mejores regalos en mucho tiempo, traer tu amistad a mi convulsiva existencia. Paradojalmente, a poco andar él y tú concluyeron su vínculo y con todo, la amistad sustentable en el transcurso del tiempo fue la nuestra, la que ambas nos empeñamos en mantener. ¡Qué cosas tiene la vida!
Logré terminar la enseñanza media, luego fui a la universidad; tu terminaste tu carrera y más encima te especializaste y cada vez que miré hacia el lado, tú estabas en partes y trayectos importantes y aún así, falté, te fallé y no fui la amiga que merecías. Caí en la estupidez en la cual todo el mundo rueda y finalmente cae; creer que los buenos amigos siempre deben aguantarnos, que siempre disponen ambos lados de la cara para recibir bofetones. Es cierto, fui inconsecuente, liquidante y pendeja a más no poder. Me salté todo ítem de responsabilidad, de coherencia y valores implícitos en nuestra amistad. Y sin embargo, tú nunca dejaste que mi imbecilidad nos separara. Al final del tiempo, tras la sensación de equivocación que te devora por dentro, de todos modos me buscaste para decirme que nada habías de reprochar.
El tiempo pasó y al mirarte, reconozco que los tejidos se reconstruyeron de un modo genuino; cada vez que te miro veo la nobleza de un corazón puro, de una generosidad a prueba de balas y de la garra más feroz que nunca haya visto en otra mujer de tu talla. El tiempo pasó y fuimos coordinando en silencio otros códigos, otras fuentes de enriquecimiento, otras dinámicas para hacer que el sello de lo nuevo añadido a lo sólidamente construido, no nos desalentara. Todo, todo lo que me diste cuando no tenía fuerzas, es parte de la sangre que hoy corre por mis venas.
Quería escribirte esta carta porqué tengo claro que mis palabras en vivo y en directo casi siempre son insuficientes, quería decirte que te admiro profundamente, que no pasa un solo día en que me siente pequeña al lado tuyo viendo como desafías las dificultades y siempre te mides con altas murallas... murallas de pimienta que se desvanecen ante tu esfuerzo de largo aliento, ante tus propósitos que siempre envuelven el deseo de hacer todo y más por tu gran amor: FRANCISCA.
Quería escribirte estas líneas porque hoy emprendes un nuevo desafío, uno que tiene olor a permanencia, a cuota de certidumbre necesaria, a premio por los días de tristeza, a corona por haber representado las características y virtudes necesarias: Templanza y Paciencia.
Hoy mi querida y más preciada amiga, te digo que todo el porvenir está a tus pies, no postrado ni reverenciado pues ambas sabemos que todo el entorno puede dársenos traicioneramente sino, digno, diáfano, selecto e impactado por tu obstinación de hacer las cosas bien, por dárselas bien a tu hija y hoy a Miguel.
Hoy y en adelante te cobijara una nueva cama, tus paredes vestirán una nueva esperanza, tu puerta abrirá cada día un nuevo mañana... todos los días habrá un rostro observando tus ojos llenos, tus ojos dulces, tu fauna interna y tu selva eterna de energías estrelladas... he aquí y ahora... he aquí tu tiempo, he aquí tu ilusión plena realizada.
Amiga mía, compañera de lucha, guerrera de campañas eternas y fiel aliada en la soledad de la inmunda tristeza satánica. Te quiero con todo mi corazón y mi amor es inmenso, tan inmenso como todo lo incalculable que siempre me has dado tú.
En buena hora.
Y como dice el maestro Cerati: USA EL AMOR, USA EL AMOR COMO UN PUENTE.
PD: Este bello poema hecho canción (Manuel García)
CUANDO ELLA SE ENAMORO, NO PENSO QUE EL CORAZON ERA ROJO... PARA SIEMPRE... SIEMPRE ERA ROJO, ROJO POR SIEMPRE... NO LO PENSO, EL CORAZON
Y LO GUARDO EN UN RINCON, SIN SABER SI UN DIA EL SOL LE DARIA OTROS COLORES, OTROS COLORES, OTRO COLOR... UN DIA EL SOL... NO LO PENSO...
SE DESPERTO UN DIA EL SENTIR, SU LATIR COMO UN TAMBOR... QUE LLAMO DE MUY ADENTRO, COMO UN LAMENTO, PRESENTIMIENTO, DE ALGUN TEMBLOR... COMO UN TAMBOR, COMO UN TEMBLOR...
ENTONCES EL CIELO CAMBIO, SE VOLVIO MENOS AZUL, Y ELLA VIO QUE LOS COLORES NO ERAN AMORES, QUE LOS DOLORES DEL CORAZON BIEN ROJOS SON... BIEN ROJOS SON... DEL CORAZON... BIEN ROJO SON...
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