COLUMNA: Por fin es viernes. ESPECIAL DEDICADA A MICHAEL JACKSON. D.D.Olmedo.



COLUMNA: Por fin es viernes. 
HOY: Genio y Figura hasta la sepultura. 
D.D. OLMEDO. 
Viernes 7, Julio de 2009. 
01:15 horas. 

No creo que los cibernautas del segundo milenio comprendan con exactitud lo que significó asistir a una kermés durante los años ochenta, reunirse al centro de la pista de tu gimnasio colegial e intentar reproducir la coreografía de TRILLER… Probablemente, las hoy madres y los hoy padres de aquellos años, los mismos descontando treinta y tantos, saben muy bien a qué me refiero…

El otro día una amiga aseveraba con insistencia que yo era fans número uno del fallecido Michael Jackson, otrora REY DEL POP y que por lo mismo, incapaz de razonar y admitir que, tal vez, sí había cometido los delitos de los cuales se le acusó majaderamente la última década. Capaz que tenga algo de razón y en ese sentido, debiese privarme de mencionar defensas que contribuyan a desvanecer el caos de opiniones encontradas en torno a él. Pero lo siento, me es imposible abstenerme, no puedo dejar pasar la oportunidad para despedirme de mi gran ídolo, quizá, el único que haya tenido durante una época realmente dura para mí.

Lo que la gran mayoría de las personas no conocieron bien, fue su impresionante factura, tampoco saben de qué se trata todo esto, de qué se trata en verdad admirar a un ser cuyo genio, hasta ahora, no destaca rival…

Cuando me fui de mi casa, toda la semana previa estuvo sonando mucho en la radio One day in your life, una balada realmente enternecedora que siempre hace llorar. Pensando en ese tiempo, que si me iba de casa, de todas maneras llevaría el amor por mi madre dentro de mi y recordaría los tiempos en que sí fuimos felices, que si hubo vínculo de madre e hija, su mano en mi rostro y un lugar común para amar; los hermanos, la mesa servida, los abuelos, los primos y tíos, los parientes infaltables, las amigas regalonas y esa cosa llamada niñez que duele evitar y mucho más, extraviar al transformarse en un adulto…

Estaba en casa cuando se difundió la noticia por canal 13. Un programa farandulero lanzó un comunicado Express y yo pensé: ¡POR DIOS! HASTA DONDE LLEGAN ESTOS TIPOS CON TAL DE INVENTAR NOTICIA… Me molestó profundamente que se hiciera broma de ello, que se travesearan con las incongruencias dichas en la última década y que incluso, se mofaran de las condiciones en que vivía; hay que ser muy cruel para no compadecerse con el dolor del resto. ¡Qué mal gusto! ―Pensé. Así que apagué el televisor, me dediqué a otros pendientes pero se me quedó atravesada una sensación amarga, tanto como para adentrarme en penosos recuerdos asociados a una época… Qué increíble como algunas canciones marcan época, eventos, sensaciones y rostros de personas que nunca se van de tu vida…

Al rato y en el exterior, los televisores encendidos de una multitienda y la gente agolpada en su vitrina me hizo entrar en shock. Grande fue el estremecimiento tras constatar que todo era cierto; lo que partió como una especulación, apenas un rumor, era tristemente verdad: MICHAEL JACKSON moría en Los Ángeles tras un infarto, a escasos días de cumplir 50 años.

Reconozco se me cayeron las lágrimas, no lo pude evitar, fue una sensación extrañísima, muchos recuerdos y una confusión enorme, fue como si al mismo tiempo, inevitablemente se muriera una parte importante de mi, por las asociaciones, por el tiempo de oro en que reinó y por la seguidilla de eventos secuenciales con banda sonora propia que forman parte del soundtrack de tu vida. Eso es lo que el resto de la gente quizá no entienda, por qué uno lo quiso tanto, por qué es tan difícil pensar que fuese pedófilo, sobre todo ahora que aparecen evidencias de extorsión sobre su persona, fraguas y planes para quitarle dinero y hacerle pésima fama…

Pensemos en una pareja de adolescentes caminando por un parque de la mano, o abrazadas, jugueteando, llenas de vida y aparentemente sanas. Pero es altamente probable que dicha cercanía, que esa complicidad, que ese fluido contacto físico, en estos tiempos, despierte sospechas… basta un solo roce para transformarlas en lesbianas. ¿Pero qué tal si son estrechamente amigas? ¿Si son realmente íntimas amigas?

El gran problema es que fuimos criados en el miedo, en la limitación, en costumbres rarísimas que tendían a establecer paradigmas de fortaleza equivocados; los hombres no lloran, las mujeres deben dedicarse a cuidar hijos… Pero si las demostraciones siempre estuvieron casi prohibidas… qué decir de la fragilidad, de la exposición, de lo que realmente fluía por dentro y de todas las consignas personales que fueran en contra de lo establecido. Sólo podíamos parecer, jamás ser. Entonces, en esa dinámica, es fácil censurar, criticar, establecer odiosidades de catalogo ante las cuales hacer gala de lo que no podemos reputar como perfecto; la envidia rastrera que generalmente se impone. Si no es como se plantea en términos generales, entonces es degenerado, impropio, obtuso y francamente reprochable… Así nos educaron, con un SI o un NO, con una izquierda y/o con una derecha, con un bueno y con un malo, con un estándar y con un segmento prohibido…

La circunstancia de ser distinto ha rondado toda mi vida; yo sé qué se siente si te tilden de raro, de distinto, de freak. Primero en el colegio, siendo víctima de lo que hoy llaman bullying (antes conocido simplemente como matonaje), más adelante, por irme de mi casa casi a los 15 y luego, por raparme la cabeza o abandonar el derecho simplemente para rearmar la vida y chequear prioridades… ver cuáles son las cosas realmente importantes…

Pudieron decir infinidad de cosas respecto del señor Jackson; excéntrico, raro, oscuro, bandido, misterioso o ambiguo, atormentado y flemático, perfeccionista, pedófilo… DIFERENTE. Con todo, hacia el futuro, deberán expresar cuestiones tales como la impresionante cantidad de obras de caridad en las cuales intervino, los fondos que legó, las vidas en las cuales medio generando cambios, ya por su genialidad y estilo que firmaron un sello inconfundible y que atrajo seguidores como si su performance fuese una exquisita y dulce miel, ya por su forma de ser en la introspección, en el intimismo, pretendiendo ser un niño, un niño por siempre capaz de vincularse sin tontera, sin falsedad, sin artilugios propios de la vida adulta, sin esa cosa extraña que se pega como costra a la piel conforme van pasando los años, y aparecen las marcas, las arrugas, las canas y la imagen incuestionable de que te dejaste vencer, convencido de que todo lo afirmado era cierto sin quiera revelarte ante un dictamen feroz de imposiciones absurdas y vacías.

¿Qué es lo que a ciencia cierta molesta de la vida de Michael Jackson? ¿Qué se haya practicado cirugías? ¿Qué haya acumulado una gran fortuna? ¿Qué destacara por sobre sus hermanos? ¿Qué mal gastara sus fondos? ¿Qué se construyera un mundo mágico personal? ¿Qué haya compartido con menores de edad, creyéndose uno más de ellos? ¿Qué haya intentado prolongar una niñez inexistente espacialmente hablando? ¿Qué fuese brillante, talentoso, perfeccionista, original? ¿Qué?

Me quedo con la imagen de un niño encapsulado en el tiempo, atormentado por el peso de la fama y la presión de descollar siempre, me quedo con su fascinación por extender la mano a los desposeídos, su talento innato para flotar en el escenario, por construir atmósferas únicas e irrepetibles, con su talento, con esa voz impresionante y la resonancia de ser especial, notable e inmensamente generoso.

Cada vez que escucho sus canciones, especialmente “Un día en tu vida”, me parece como una epifanía, como si en verdad los recuerdos se hubiesen integrado en parte de la historia, como si todos esos años desfigurados, agridulces, por fin descansaran en paz, acomodados en los anales de la historia; un momento inflexivo en la vida, un antes y un después de todo un personaje que enmarca tu propia secuencia de acontecimientos en la memoria, un día en la vida del rey del pop en que Dios acaricio su rostro y todo se transformó en paz y descanso.

Siempre en mi corazón. Q.E.P.D.



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