COLUMNA: Por fin es viernes. HOY: “Pensar, Convertir y Agradecer”. AUTOR: D.D.Olmedo. FECHA: Mayo, Viernes 30. Año 2008.

Mayo, Viernes 30. Año 2008.
Columna: Por fin es viernes.
HOY: “Pensar, Convertir y Agradecer”.

Hoy, por segunda vez consecutiva me desperté en medio de la noche sin saber ni tener muy claro dónde estaba. Dentro de ese aturdimiento y tras el mareo (sacudiéndote antes de abandonar el sopor del sueño) mi vista se clavó en la ventana y lo que vi fue espectacular. No sólo fue una luna dorada en la cuarta de su potencia, sino naturaleza en esencia, pura, diáfana. Pareciera ser que uno tiende a dimensionar todo cuando está semiconsciente ojalá, y aturdido al punto de oler aquellas fragancias desapercibidas gran parte del día. Quizá por eso me haya estremecido de súbito, si previo aviso. Por lo mismo, me cuesta imaginar que otras personas a muchos kilómetros de distancia se despierten del mismo modo, igual de aturdidos y mareados pero no fascinados sino todo lo contrario; aterrorizados creyendo que en cualquier momento su vida puede acabar por la vanidad de regímenes políticos descompensados. Hace pocos días una vasta gama de periodistas se pronunció sobre los atentados en Gaza y la noticia recorrió el mundo entero coincidiendo en reprochar las actitudes bélicas que imperan en entre israelitas y palestinos. Murieron alrededor de 25 personas (Hoy se agregan 7 palestinos más por el fuego cruzado). No se me ocurre pensar qué será despertarse entre estruendos, entre sacudidas, sonando de fondo bombazo tras bombazo o incluso, palidecer ante el tunazo intempestivo de un misilero a sueldo. Y sin embargo, en mi retina descansa una luna dócil, suave, enmarcando mi panorama, mi sensación última…
Chile fue evaluado como uno de los países más seguro del mundo, más “tranquilo”… Y yo, me permití, entonces, retomar el sueño, mi descanso. Iniciando los albores del día, pero en ese tramo que las montañas pueden aparecer como recortes de álbum infantil, esas que son bordeadas por un delineador de caricatura cuando apenas irrumpe el sol de amanecer, me quedé transpuesta meditando en cómo había sido posible se me escaparan tantos y tantos episodios de esa majestuosidad y casi al unísono, se me vino a la mente, imágenes de tierras desoladas, de gente muriendo, saliendo de su tierra para arremeter contra el odio interno y seguir encorajinado por razones impuestas, en un largo peregrinar que parece jamás acabar. Entonces, colocando mis brazos trazados tras la nuca, disfruté, disfruté lo que más pude el espectáculo ¿cuántas veces hacemos algo tan básico como eso? CONTEMPLAR, MIRAR, OBSERVAR, TRANQUILIZARSE CON IMÁGENES FRESCAS DE MAÑANA (sobretodo tras la lluvia, tras la nevazón, tras la aurora); ¿cuántas veces uno se cuestiona qué tiempo esperará el entorno por uno?... ¿una eternidad, acaso?
La gran mayoría de las personas son incapaces de darse cuenta que los pensamientos poseen una frecuencia, por ende son medibles; tanta repetición de pensamiento vuelve más fuerte a la frecuencia que le subyace, se hace más poderosa. Pero eso ocurre para todos los pensamientos. La mente no va distinguir entre buenos y malos pensamientos, sólo distingue la presencia de ellos, su forma y sobre todo, su frecuencia y como esta se dispara al universo… como se comunica y trasporta mensajes, demandas, demases… Así que mientras haya una poderosa fortaleza de mentes cabronas que surtan de frecuencia bélica, más guerra habrá allá afuera, más odio, más muertes, más éxodo, más homeless… “las lunas doradas podrían volverse escarcha, y purpurina de cenizas, y cristales rotos incrustados en las sienes… y ya no habría más episodios de quietud, de descanso, de aliento…”

Los pensamientos funcionan como imanes, envían una señal magnética al cosmos logrando atraer o aparejar su correspondiente, pero para ello, hay que sintonizar, practicar, esforzarse, no en el discernimiento (ya dije que no opera la distinción) sino en la administración de las fuerzas que comandan la forma de generación de tales pensamientos. La sinergia no es espontánea, aparece como endorfina natural, como una especie de suero de la verdad ante estados anímicos de plenitud. Entonces, ¿porqué no activar pensamientos que se transformen en imanes? ¿porqué no creer? Si les colocasen en situación de jamás volver a mirar la luna de noche (así de abrillantada, así de armónica) a consecuencia de una nube tóxica de agentes químicos, ¿no estarían aterrados? Yo sí. Por eso, creo que atraer cosas positivas en una obligación, es una actitud de vida, es una forma de hacer que todo duela menos, es una manera de contribuir a la remisión que todos nos merecemos. Hay que creer, hay que entender que somos nosotros mismos quienes movemos al mundo, nosotros hacemos la vida, le damos forma y la transformamos y hay todo un mundo allá afuera esperando ser transformado por nosotros… “PRIMERO CONCIBIÓ AL AMOR MUCHO ANTES QUE A LOS OTROS DIOSES” Y HESIODO POR SU PARTE DIJO: “ANTES QUE TODAS LAS COSAS FUE EL CAOS, Y LUEGO LA TIERRA DE ANCHO PECHO... Y EL AMOR, QUE REFULGE ENTRE LOS INMORTALES” PARMÉNIDES.

Yo veo las cosas de una forma dinámica pues aún en presencia del dolor viene una brisa calórica capaz de conmoverte, una mano que te hace cariño, unas cuantas palabras que pueden cambiarte el dolor más intenso encostrado en tu pecho… creo en el poder de los afectos, en la comunicación no verbal, en la suerte de los patos cuando se trasladan en invierno, en la forma de mirar que tienen los niños; en la proeza del que perdona y te brinda nuevas oportunidades… creo en eso y creo que todo deviene del pensamiento, en su poder creativo y es justamente por ello que nunca me olvido de agradecer. Esa es la consigna, sobre todo hoy, hoy que nos llega algo de tiempo libre, hoy que por fin es viernes.


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