COLUMNA: "Por fin es viernes".- HOY: "Agendas Privadas". D.D.OLMEDO. Primera de Enero.
COLUMNA: "Por fin es viernes".-
HOY: "Agendas Privadas".
D.D.OLMEDO.
Primera de Enero.
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Con cada año nuevo, resurge en nosotros una idea genuina de hacer mejor las cosas, de variar para variar, de intentar otra vez aunque en el pasado las fórmulas sean un poco más de lo mismo y lo nuevo huela a algo que cuesta demasiado mejorar. Y cuando estamos en ello, el destino nos aporta con su encanto, dándonos sorpresas gratas que van y vienen reorientando el significado de seguir adelante en la búsqueda de ese "no sé qué", que nos moviliza casi a todos...
Recientemente, en una grata charla de medianoche, fui parte de esos diálogos que siempre se agradecen. La conversación que proviene de voces nuevas provoca en uno la alegría de entender que la vida es un real misterio y que los dogmas se cen justo cuando alguien adiciona a nuestro acervo ( una versión de una teoría deprimida y desgastada), algo más empoderado en el sentir que en el predicar con el discurso.
Cuando escuchas a un sobreviviente reconocer qué parte del asunto le es atribuible a su mal proceder, también entiendes que admitir la debilidad no es una limitación sino, un signo de madurez. Estigmatizar a alguien por presentarse al mundo como un deudo melancólico, no sólo contribuye a anular los esfuerzos que hace el hombre por acercarse a la consigna femenina, a su espíritu, sino, además, es impedrile a nuestros compañeros de lucha, cmprender de qué modo pueden integrarse al rollo de género que arastramos hace siglos.
Me parece notable reconocer que la embarraste, que te farreaste una mujer de lujo, que metiste la pata a fondo porque NO SABIAS REALMENTE QUE QUERIAS DE LA VIDA... que en buena cuenta, sencillamente no te la pudiste con una situación de vida determinada, toda vez que la montaña de emociones te supera y te anula sin saber qué hacer para que las olas se aquieten un poco.
¿Es ilegítimo admitir que se está aterrado?
Con todo, lo que hacemos es exactamente exaltar todo para que el miedo se condense, segregamos el instinto y lo atamos a la parefernálica idea que se está mejor bajo estricto control.
Las Agendas Privadas van y vienen, se construyen anecdóticamente con el devenir de las horas diarias y con el contenido de estupideces vacías que tarde o temprano nos pasan la cuenta. Empero, como dijo Gustavo Lorca en la plática del otro día, la construcción del segmento importante de esa libretilla, posee escaso sentido si al final del día no se comparte con alguien.
Gustavo tiene razón; qué sentido tiene lo que uno construye en el recorrido si no está ese "alguien" a quien acurrucarse cuando las horas del día se apagan en el silencio, si no surgen los ocho o quince minutos en que abrazado a ese "alguien", todo resulta entendible, fácil, llevadero, con significado...
Ninguna agenda se nutre con puertos imagnarios a los que se pretende llegar mientras que ni siquiera te esfuerzas por embarcar.
Hay individuos que requieren de todo un delineamiento para trazar los pormenores de su queacer, se inventan estrategias que eventualmente, los colocarían en situación de control, instancias en que casi todo dependería de cuan astuto y diligente se es para prodigarse ciertos pisos mínimos que le surtan de algo de estabilidad y desde esa impronta, proyectarse hacia el sitio que pretenden conquistar. Pero, qué hay de cierto de que ello sirva en efecto??? ¿Sirve de algo la sujeción a un plan específico que no puede alterarse so pretexto de estarse bajo control?
¿Qué es estar en control?
Personalmente, el control para mi es un requisito de objetividad pero al mismo tiempo, un lastre que nos lleva a perder la espontaneidad.
Estar en control es, en cierto modo, doblegarse ante el miedo de lo inesperado. Por eso los poderosos nos infunden miedo por medio de "HERRAMIENTAS DE CONTROL", nos dicen que la pérdida del control es debilidad, que implica falta de inteligencia... ¿Es realmente de este modo? Pienso que no; definitivamente.
No creo que sea bueno descontrolarse en medio de una crisis en que se demande de tu neutralidad, de la proeza de estar alerta, claro que no; si alguien reclama de nuestra ayuda y somos más o menos generosos y prestos en asistencia genérica, por cierto que el control ayudará a dar perspectiva a cualquer asunto, organizacionalmente sirve de mucho. Pero yo hablo del control emotivo, de querer saber todo, de la fijación del apriori, de las cuestiones que tengan que ver con diagramar la forma cómo vamos a conducirnos con respecto a los sentimientos.
"Sé cómo eres y que no cambiarás, por eso, sé lo que debo hacer con respecto a ti y hagas lo que hagas, no lograrás hacerme cambiar de opinión..." -Por ejemplo.
"Ya para qué, si no vamos a sitio alguno..." -Por ejemplo.
"Si te llamo, evidencio que me estoy atando a ti, ergo, me muestro débil y manipulable..." -Por ejemplo.
"No tengo nada qué ofrecerte. Me gustaría al menos, tener un piso desde donde partir..." -Por ejemplo.
"Si me permito abrir el corazón, nadie asegurará que no salga lastimado..." -Por ejemplo.
Todas estas expresiones hablan del apego al control, a ejercerlo en plenitud, a las anchas del miedoso que no sabe que perderse es el mejor antídoto para recuperarse de cualquier mal de amores. Quedar en la indefensión es darse cuenta que en verdad, nunca hemos tenido el control sobre algo o sobre alguien. Todo eso es un reverendo mito.
Construir una agenda provista del satánico ejercicio de la limitación, es también, condenarse a no saber cuan magnífica puede ser la oportunidad de empezar de cero, de alterar los caminos, de instar por todo aquello que es imposible de proveeer y desde ahí, la revelación de que lo inesperado, regenera cualquier tejido en detrimento.
Comenzar este año dando pasos de ciego ha sido bueno; levantarme y quitarme el pijama aún cuando no sé qué va a pasar mañana, diagnóstica para mi que a pesar de mis desapegos rebuscados (que no son otra cosa que evitar las pérdidas), cada vez más, pierdo el terror nocturno a perderme y encontrar lo que tanto anhelo... la pasión de no saber cómo terminará la historia.
No creo que el asunto verse sobre programación, para eso están los geeks, los cabezones que aglutinan información como si ese suministro de datos compilados fuera la panacea para enteder a la humanidad, su proceder y sus peladas de cable... Quizá la verdad más sutil del asunto sea permitirse dar un paso que cueste y que nos haga tambalear (de esa forma uno se siente que está vivo), pero que implique riesgo, desabrocharse del paracaidas y simplemente lanzarse a lo que la vida quiera mostrar y aún cuando tras ese episodio nada se repita o se mantenga igual, nosotros seamos también distintos, aprendices constantes, alumnos aplicados que no ven en la evolución una amenaza sino una promesa de bienstar con nosotros mismos y también con los demás.
Al construir mi agenda propia, quiero apelar a la inclusión de mi deseo de quererme más, de sortear las limitaciones que impone el rigor diario, de hacer bien el bien y sobre todo, de llamar todas las veces que sea necesario a ciertas energías optimistas para que reordenen el panorama, lo pinten de colores frescos para que cuando caiga la noche, me sea más fácil esperar por ese abrazo que agote el silencio y de comienzo al sonido que extraño tanto.



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