COLUMNA: Por fin es viernes. HOY: “El Banquete de la verdad”. D.D. OLMEDO. Viernes 20, Marzo de 2009. 17:00 horas.

COLUMNA: Por fin es viernes. HOY: El Banquete de la verdad.

20 de marzo de 2009 a las 19:07
COLUMNA: Por fin es viernes.
HOY: “El Banquete de la verdad”.
D.D. OLMEDO.
Viernes 20, Marzo de 2009.
17:00 horas.

Una de las reflexiones platónicas más bellas compuestas alguna vez, precisa aspectos universales sobre el amor. Sí, aunque usted no lo crea, hace muchísimos años atrás, existieron claros, auténticos y firmes intentos por explicar este noble sentimiento y hacer del mismo, una prolongación de significancia, de explicaciones elevadas, de fronteras contenedoras, de espacios en donde verter una secuencia filosófica carente de mezquindades, de un propósito genuino como el albergado en este seno. No obstante, hay que dejar en claro que en esta obra Platónica no es posible separar aspectos netamente literarios de la pura argumentación filosófica heredada por los sofistas y con todo, es considerada una narración lúdicamente poeta, perfilada de modo tal que por vez única, el rigor de la desmitificación logra pulir y exaltar la esencia de los valores y virtudes que subyacen en la temática y con los cuales se ha contado a través del desarrollo de la raza humana. Con todo, no creo que Agatón estuviese consciente de los alcances de su festejo (poeta que organizó esta actividad con ocasión de la victoria conseguida en las celebraciones de Laneas); yo creo que apenas se configuró en el pasado una suerte de improvisaciones con el fin de elogiar a EROS, pero que en la palestra se convirtieron en una premisa fundamental que con el correr del tiempo devino en discurso central de la ontología y naturaleza de la voz amor… cosa que por cierto, sólo es posible comprender tras el dialogo y la experiencia residual del diario vivir en comunidad.

Principia FEDRO, hilvanando algunas impresiones, indicando al respecto la escasa posibilidad de explicar la genealogía del “Amor”. No se le conocería ni padre ni madre… ―Manifiesta. Y muy a pesar de ello, se le elevó a categoría de dios… “el dios que hace más bien a los hombres”… sería, también una especie de “principio moral que gobierna la conducta, sugiriendo a todos la vergüenza del mal y la pasión del bien”… Entonces se trataría de “un dios que procura la felicidad del hombre, en cuanto le hace dichoso sobre la tierra y dichoso al elevarse al cielo, donde quién ha obrado bien, recibe su recompensa…” Concluye Fedro, en aquellos momentos de camaradería: “De todos los dioses, el amor es el más antiguo, el más augusto y el más capaz de hacer al hombre virtuoso y feliz durante la vida y después de la muerte…”.

¿Puede concebirse una suerte de felicidad con respecto a un umbral desconocido? ¿Puede la sola fe o creencia, salvarnos de la dicotomía existente entre resignarse y renunciar simplemente porque operan tácitamente imperativos categóricos que es menester aceptar, a propósito del mandato religioso?

Pausanias, en cambio, se ocupó de precisar los aspectos clasificatorios del mentado dios, encumbrado por Fedro, y tiende a explicar los aspectos esenciales del vocablo desde la perspectiva de la indagación filosófica… “El amor no camina sin Venus, es decir, que no se explica sin la belleza…”. Alude a la existencia de dos Venus y por lo mismo, de dos clases de belleza y consecuentemente, el devenir de dos tipos de amor. El primero, sensual, brutal, pasional, desenfrenado, popular, dirigiéndose estrechamente a los sentidos y que tal dicha o condición es preciso evitar… Y el otro, enfilado a la inteligencia y en este sentido, al ser que participa más de ella… se refiere, entonces, al amor superior que existe en un hombre, por otro hombre y que es menos egoísta y sólo superior en su esencia, nacimiento, manifestación y ejecución.

¿Es el amor universal capaz de posicionarse por sobre todas las debilidades y anomalías e incongruencias humanas?

Eriximaco, por su parte, esgrimió fundamentos basados en su experiencia científica, manifestando que el amor se encontraría presente en todos los cuerpos… “residiría el amor, no sólo en el alma de los hombres sino, en todos los seres posibles…” Le considera como la unión de los contrarios y la armonía de éstos, utilizando ejemplos sólidos que sustentan su elogio.


¿Acaso no es deber de la humanidad acabar de comprender que toda esta materia porta amor en su génesis y que la intervención maléfica decora las tibiezas que arrojan al infierno?

Aristófanes, derechamente se va en una volada retórica, argumentando a partir de la mitología, la existencia de tres formas o tipos de hombres (uno: todo hombres; dos: todo mujeres y, tres: todo hombres y todo mujeres en un mismo ser), a lo cual no me referiré por alejarse de lo más medular que deseo recalcar.

Los otros invitados, con unas cuantas variantes, develan en sus elogios diversas posturas en torno a este sentimiento, a veces, don, otras dios incluso, en la parte final, Sócrates lo eleva a una categoría diferente y amplísima señalando que se trataría nada más y nada menos que de “un servil demonio cuya función era acercar a los hombres a las divinidades…”

En mis años universitarios, hubo veces en que reiterada y majaderamente alguien arguyó algo más o menos relacionado con los planteamientos esbozados durante la celebración de este banquete. Yo diría que, la mas de las veces, sostenido de forma pretenciosa. Yo también leí “El Banquete”, probablemente unas cinco veces y claramente, nunca lo entendí, nunca pude desentrañar los argumentos anquilosados y recargados de pedantería barroca. No lo entendí, justamente porque me creía dueña del mundo, extravagante a medias y sobre todo, incapaz de valorar la filosofía como una herramienta básica de comprensión de todas las aristas de la vida, en especial, aquellas que involucran desentrañar las cualidades y desventajas del amor.

Para el caso, me interesa la visión de Eriximaco. Tal cual, considero que el amor se encuentra presente en casi todas la formas posibles. Entonces, algunos se preguntarán… ¿Consideras que hay amor en el proceder de un violador? ¿Crees que hay amor en la negativa de donar un corazón? ¿Estimas que está presente el amor en las guerras, en la hambruna, en las corporaciones y empresas que acrecientan sus arcas mientras la media padece de incontables carencias? Por supuesto que no.

El amor, explicado filosóficamente, reside en la potencialidad, en la capacidad, en la instancia que se posee el don, el poder, el argumento, la instancia final para decidir, en la consecuencia de entender a través de una lección y en el misterio de comprender que ese desajuste y esa incomprensión alguna vez convencerán respuesta. Eriximaco, siendo médico, recitaba la existencia de las combinaciones en proporción; lo seco equilibrado según lo húmedo… pero finalmente su propósito discursivo: “La salud del cuerpo resulta de la armonía de las cualidades que constituyen el temperamento bueno y el malo…” Entonces, la habilidad del buen médico residía en su capacidad para propender al reestablecimiento del equilibrio turbado y aún, mantenerlo… Aplicado esto al formato de Platón (a quién no le interesa dejar estela de oscuridades), habría que corregir la existencia y data, el origen del amor y esfera de reconocimiento de sus progenitores… Así las cosas, el amor fue concebido el día del nacimiento de Venus, entonces, hijo también de Poros y de Penia, arrastrando consigo la herencia de abundancia y pobreza que explica su carácter y naturaleza… Pero yendo más allá, el amor hereda también otras benevolencias como su excelencia, su sabiduría y consigo, resiste la flaqueza, la mezquindad, la estrechez de la que no puede escapar…

Pero lo que hace cuajar la formula entronca con su posición de intermedio que se postula en Sócrates, la condición de demonio que posibilita el nexo entre dos mundo que bien podrían traducirse en gloria y en miseria…

El amor, en su acepción contemporánea, moderna, no evoca el discurso platónico. Todo lo contrario. No se especula sobre un amor superior de los hombres sino hasta la instancia de conseguir participación en las urnas en plena etapa eleccionaria; las autoridades no recuerdan la vulnerabilidad del pueblo hasta que los temporales se han llevado casi todos los techos del electorado; no se habla del amor hasta que se rueda una conferencia de prensa para censurar a quien se ha apartado del común denominador; no se habla de amor para el quién practica aborto siendo víctima de una violación y aún más, se le excomulga, pero nada se dicta sobre el agresor… hay amor para llorar a un cuerpo sin funciones cerebrales, pero no hay amor para regalar vida…

¿En qué nos estamos convirtiendo?

Con la modificación legal que debiese introducirse este año a la ley de transplantes de órganos, la premisa ser donante a menos que se exprese lo contrario. Y en una fracción de minuto mi mente escéptica cree que habrá gente capaz de dejarlo expresamente prohibido a través de un documento para el cual si se darán tiempo rubricar…

¿Cómo puede la población asistir a misa los domingos, golpearse el pecho y argumentar que hay luz de amor en sus conciencias si en realidad no se profesa amor puro, no se da hasta que duela, no se enfrenta con razonamiento justo, no se lucha con pasión y no se rescata la belleza?

No he mirado las noticias de hoy, pues se que todos querrían un pedazo de Felipe Cruzat, eso vende. No hay amor en los cometidos de hordas hediondas de irrespetuosas, no hay amor en la presión ni tampoco amor en el entendimiento que la vida genera vida siempre y cuando el propósito de Dios lo comande. Amor también es comprender cuando detenerse; que pare el atrevido que se involucra con un fin inescrupuloso, que pare el ingenuo separándose de aquello que le contamina.

No imagino lo difícil que ha de ser hallarse en el vilo de la muerte inminente, en el suspenso de la condición que va a concretarse, en el supuesto de resignarse. Pero el amor también es renuncia, implica la fe de aceptar que hay cometidos especiales, simbólicos que pueden entenderse cuando el dolor desaparece, en la prevención de creer que hay algo más allá de todos nosotros y de toda la belleza y misterio del silencio traicionero que no da tregua ni viene a calmar la mente… pero entonces, de suerte que siempre ha existido una discusión sobre las dotes del amor, de su origen, de esa dualidad que nos coloca al corriente o nos remite al destierro, de esa especie controvertida que nos arranca y también, nos devuelve.

La fe, también es un acto de fe, de valoración supra, de entendimiento calmado y de respeto, aún, hasta de la incongruencia desatada por los razonamientos egoístas que impiden dar amor en instancias de amargura, de toda clase de frenesí enceguecedor que inspira pegar mil veces con el mismo desdén que nos separa, nos desconecta y nos enferma al punto de olvidar que pertenecemos todos a un mismo país.

Humildemente, elevo una petición para que todas las vibras positivas de esta tierra se unan en dirección de Felipe, para que su mirada radiante siga iluminando la fe y fuerza de su espíritu y la creencia de que siempre existen momentos claves para demostrar que somos decentes y somos parte de un mismo suelo.

Que Dios te bendiga y traduzca en ti el amor sensato que ha existido desde siempre en la humanidad.


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