COLUMNA: Por fin es viernes. HOY: "A long december...". 11-12-09. D.D.Olmedo.
COLUMNA: Por fin es viernes. HOY: "A long december...". 11-12-09.
COLUMNA: Por fin es viernes.
HOY: A long December…
D.D. OLMEDO.
Viernes 11, Diciembre de 2009.
14:44 horas.
" Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos."
Instrucciones para llorar.
Julio Cortázar.
“Historias de Cronopios y de Famas”.
Se suponía que este mes de diciembre prometía. Históricamente, Diciembre y Enero han sido meses nefastos para mí, pero contrario a todos los pronósticos, algo varió en el aire que potenciara el presumir un cambio de escenario: Yo juraba que este diciembre sería diferente. Pero ocurrió lo que ya estaba escrito… un diciembre como todos los otros, uno idéntico de canalla y satánico…
Sé que a muchas personas se les funa el caracho con los festejos; también se les parte el corazón. Hay personas que recuerdan a personajes que ya no están; personas que se remecen por la ausencia de alguien en particular aún estando a escasos metros de distancia; personas que no pueden celebrar pues creen y sienten que no hay nada por qué festejar; personas sumidas en la tristeza porque no hay dinero para regalar… personas que deciden desterrar a toda una familia porque se dan cuenta que ya no es posible sublimar más…
Diciembre ha sido amargamente peculiar… no sólo cumplo años, también, a veces, recuerdo por qué sobrevienen ganas de descontar… Este tiempo presagia quiénes y cuántos no estarán a mi lado, muestra los porqué se fueron y los argumentos que justifican un “no más”
El último mes del año obliga al balance, implica un alto y un juzgar, te impone un paréntesis en que puedes revivir o estallar… una suspensión que puede ir al alargue o bien puede llamarte a desertar…
Con todo, muchos decidieron prolongar: Pepa y Pepe son de esos afortunados que están por el avanzar, por el soñar, por el cultivar, por el armar y dimensionar… en ellos pongo mis cuotas de fe al día…
Pero esta columna no es para afortunados (no al menos la de hoy). Esta es para los del otro párrafo; cabecitas sosteniéndose apenas porque el sol alumbra demasiado pero entibia re poco el alma…
Hace unos pocos días atrás, cierta mujer telefoneo a su hija para increparla en duros términos y censurarla por haberse acostado y ser la amante del novio de su nieta. Sorprendida la hija, consultó a la madre el porqué de aquella grave acusación, cuáles eran los argumentos que sostenían esa imputación… La madre indicó que su otra hija (la madre de la ofendida), había encontrado prueba flagrante en facebook: UNA FOTOGRAFIA EN LA QUE APARECE EL CHICO DE VEINTITRES AÑOS Y LA IMPUTADA LIBIDINOSA QUE LE ROBO EL NOVIO… Entonces, la acusada pregunta a su madre inquisidora: ¿Una foto en que ambos están sentados de junto con otras 10 personas, aproximadamente? Al parecer si, se responde, sin que haya claridad desde donde proviene la evidencia. La mujer acusada por su madre se quedó en silencio, ausente y con el pensamiento intermitente de que algo no encajaba; a días de rendir un examen fundamental, su propia madre la acusaba de una grave imputación, se sostenía que era la causante de la desgracia de su sobrina, se manifestó arbitrariamente que esta era una más de sus cagadas… Se quedó pensando qué clase de karma la acosaba… Cuando reaccionó, dimensionó de un golpe que por enésima vez debía sortear un conjunto de emociones negativas entrelazadas… estaba en eso, pensando y pensando en cómo era posible que se le acusase de una canallada como esa, cómo era posible de que su propia hermana creyese posible que ese hecho pudiera darse en la práctica… por quÉ volver a explicar que el pololo fotógrafo de la sobrina “afectada”, simplemente concurrió a tomar fotografías a consecuencia de una reunión de ex compañeras de secundaria… Como digo, estaba en eso, pensado y pensando, impactada sin dejar de repetirse ¿cómo? ¿cómo, si llevamos idéntica sangre?, cuando telefoneó a otra amiga, una seca para levantar el ánimo, una en quien refugiarse en días de tormenta…
A poco andar y en la secuencia de la conversación, las malezas afloraron y el puente se extendió entre ambas, tanto que la solicitada aprovechó la oportunidad de sincerarse con ella, priorizando que al menos, aún con ese sufrimiento a cuesta, no tendría que lamentarse más por el otro nefasto escenario, uno anterior, el que tenía que ver con el afecto que no está y que se emancipó… Sorprendida la mujer le dice a su querida amiga no entender mucho de qué habla y ya echada la suerte, ésta le explica abiertamente que ha pactado con su ex pareja la interrupción total de mensajería y llamadas de voz, que hay compromiso cerrado en apartarse definitivamente de su vida y que más encima, ya está todo planeado con un candidato en reemplazo ad-hoc… que todo es simplemente para mejor, que no puede quedarse en el pasado, que es un hombre de poco valor, ETC, ETC ETC… Todo esto gracias a la hipertecnologizada vida de hoy. Por supuesto, todo se lo debemos a Facebook.
“DESPUES DE MUCHO TIEMPO DE CAMINAR CON MI ALMA TORCIDA HABIA LOGRADO ENDEREZARLA UN POCO” Escribió la acusada antes de tomar la decisión de renunciar a todo, incluso, a su vida.
Por un momento, todas las imágenes, todos los sucesos, todas las emblemáticas soluciones aparecieron en una misma pantalla… y nada parecía calmarla; su corazón reclamaba justicia, equidad, un fin congruente con descanso merecido… Pero como Dios es grande, se acordó de algo fundamental, se acordó de cómo había un muerto una vez en vida, recordó todo el desenlace posterior y los años que estuvo suspendida, se le vinieron a la mente todos aquellos sucesos que le marcaron la vida y que la convirtieron en quien es hoy. Y así, sin más, en medio de la furia, llegó la calma… un momento lúcido para entender que la familia no se escoge y que algunos hombres no tienen alma, por eso no pueden amar, por eso, no saben reconocer el amor cuando se les da, menos lo que significa la lealtad.
Y toda esta historia llega a mí en pleno diciembre. Un mes para festejar…
Los fines de año provocan en mi una sensación molesta, tienes que evaluar; pudiste pasar en banda o pudiste progresar; tal vez no hiciste nada y ganaste o hiciste demasiado y de todos modos perdiste; capaz que pusiste todos los huevos en la misma canasta y quedaron intactos o bien, la cesta no tenía fondo y quedo una cagada descomunal… Y hay que hacerlo igual, te guste o no, ahí estás, tienes que mirar hacia adentro, tienes que estrellarte contra eso que no quieres aceptar, tienes que decidir si especular o de una vez cortar. No hay mal que dure cien años ni tonto que lo resista.
Así que me puse en la circunstancia, tuve que, ingresé en esa arena caliente que te quema las plantas, que te deja roncha, con la idea fija en la mente de que habiendo atravesado toda la playa, me encontraría en la orilla del mar, pondría mis pies bajo agua salada y el dolor desaparecería… y cada vez que la ola descorría y recogía, cada vez así eliminé una a una la raíces de un árbol que no escogí, corté uno a uno todos los nexos que atrapan mi corazón dentro de un mundo al que no quiero pertenecer… cada vez que la sal dejaba su estela en mi piel, yo miraba cómo toda esa tristeza quedaba muerta y enterrada ahí, en ese lugar al que nunca más volveré.
A veces, cuesta creer que haya personas que no sepan amar, que no tengan idea de qué significa amar, que no puedan aprender a andar un camino para entender cómo lograr amar… personas que pueden incluso llevar tu misma sangre, personas que no la llevan pero que se fusionaron contigo en un acto puro de entrega y que prometieron amor, personas que pregonan a boca de jarro la despersonalización, el presente a ultranza, el vive ahora y mejor, el ocúpate de ti y despréndete rápidamente de los demás… Yo misma, yo creía que uno podía vivir ensimismado sin entender qué es vivir en comunidad, qué es aspirar a integrar una familia… podía justificar un viaje errante sin puerto probable, simplemente porque el corazón te lo ha de demandar… pero al final de cuentas, al final de toda la trayectoria, entiendo que no es así, comprendo que amar implica ir mucho más allá de una frontera singular, es más que hablar de uno, de planear en soledad…
Hace una año atrás, copié la letra de una canción que me gustaba mucho, una parte que siempre quise dedicar a alguien: “yo no sabía para qué era el amor, mi corazón estaba roto, pero miré a mi lado y estabas tú… ¡qué sensación! Todo es más brillante que el sol” Y, asumí haberla encontrado, y se la escribí, se la di y esa persona hasta me cantó la canción de vuelta… ¡What a feeling! ¡What a feeling! ¡What a feeling! ¡What a feeling! — Pensaba yo.
Hoy sé que el amor es para llenarse. El amor es para entender que a pesar de todo, sigue habiendo un plan, ese plan que no se puede ver pero que desarrollará sus aristas sólo en la medida de lograr hacerle unas buenas fintas a largos diciembres como este.
Por primera vez en años entiendo quién soy y lo que merezco, yo merezco ese plan y cada vez que alguno de ustedes crea que no lo merece o se topen con gente que les haga sentir indignidad, los ofenda, los denigre, orillándolos a experimentar que ese plan no se concretará jamás, corran lo más rápido que les sea posible, vayan y atraviesen esa arena caliente y espesa, pues siempre habrá una ola feroz reventando en ti, en tu ser, en tu interior. Esa es la expresión de Dios, esa es la forma en que ama Dios. El que no ama, no conoce a Dios. He ahí el gran vacío, la letanía, desesperanza y frialdad en el corazón; un hoyo que no parece cerrarse jamás. No siento rencor por ellos, siento profunda tristeza.
Y cuando ese golpe te sacuda, cuando esa sal te limpie, recuerda cortar lo malo, haz de cuenta que aunque no te guste diciembre, no habrá otro mejor momento para volver a comenzar.



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