DESAFINADO...


Desafinado…

Imágenes van descolgándose de una gran escena,
una parte de mi, mi cuerpo, está en el recuadro del centro…
LAS OTRAS. Ni idea.

¡No sé tampoco si quiero hallarlas!
Veo a un muchacho desnudo que se mueve como lobo
que no aúlla, como león que no ruge, como águila de alas rotas…
lo contemplo por el rabillo de mi ojo turbio, lanzándole mi
mirada estrella.

Quiero devorarlo, pero ya no soy la de antes.
Hago una pausa, y no sé dónde o con quién estoy;
me digo que pocas veces un cuerpo así de lindo y
definido está al alcance de mi mano, de mi orgasmo…
Entonces, me concentro en la faena de acariciarlo,
aunque sepa que sentir algo, es casi mucho más de lo
que siempre acabo haciendo…

Soy un pedazo de ser…

No puedo hilar la secuencia, porque cierro los ojos,
quiero pensar que no estás ente nosotros, quiero
creer que esta vez, he conseguido un fragmento de algo, de
otro, de una suave criaturas de un “no-nosotros” alejada de
clásicas y hostiles superficies del pasado… pero no, no…

Lo que hay ahí es solo la urgencia tallando precariedad, lo
que yace sobre la cama ancha, es una brecha inabordable, de
aquellas para no cruzar; adentro arde, adentro mío ruge,
al fondo mío, se enciende. Y al ver su cara triste, recuerdo
que soy la mujer del medio, la mujer a la que no se ama,
pero se la coge, a la que se le blande la espada, y a quien no
se lame la sangre ni se lava las heridas…

Lo veo diminuto, como si no estuviera en verdad entre esas
cuatro paredes, lo observo a la carrera para que no descubra
cuánto me nubla su estampa, me choca, me arrebata y me sumerge,
todo al mismo tiempo macabro, avanzando en una sola secuencia
para mi mente…

Ahí no se aparecen transeúntes, por ahí desfila la gota caliente,
la parte medular de una buena historia que según yo, es
Simplemente, irreproducible: i never dream somebody like you…
Por esa parte en donde cae la mano muerta, aparece el sudor
De su frente que tiembla, baja la mejilla caliente que se refugia
En los senos ariscos, yo grito de un placer enfermo y me recorro
En la lucha de sentir, en la pelea de revivir, y solo me detengo
Ante su pena, ante la imposibilidad de conmoverle con mi sonrisa negra…

Pero el muchacho llora, el muchacho esquiva su desazón y esquiva
las esquirlas de cada golpe, hunde el mentón, rápidamente hace
Un truco apropiado y engullido por la desesperación, se abraza al
Trance acostumbrado de ser el gran simulador… Y yo, subrayo que
me ha hecho feliz, que no puedo más de éxtasis, juego mi rol, voy
en su abrazo, porque al abrazarlo, me encuentro contigo, con
tu fantasma y con mi deseo eterno de fundirme en aquella
mirada.

Oh negra sombra del atrás, del hoy, de lo que suponemos,
Tenme paciencia que no puedo desabrocharme de ti.
Porque vale más un juego desafinado, que creerme la
chance de que has llegado. ..

¡Y que me has encontrado!





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