Eso pienso......



La mejor parte de los refranes o dichos populares, según yo, pasa por el momento estelar en que uno los coloca en práctica... se da cuenta de cómo es que funcionan o en el mismo terreno, descubre a cabalidad qué fue lo que intentó decir quien los inventó (o algo así...). Por ejemplo: "No hay peor ciego que el que no quiere ver...". O peor, como la famosa Angel, la niña de las flores, virada a recorrer el mundo detrás de aquel mítico asunto de la flor de los 7 colores, para descubrir mucho tiempo después que, la condenada florecilla, estaba nada más y nada menos que en el patio de su propia casa... 

Yo habría recurrido a nuestro correligionario de siempre, Don Murphy, y listo!!!

Pero, ya fuera de chistes y analogías ochenteras, la verdad es que hay mucho de cierto en lo popular; cómo el saber popular que brota de la costumbre, de las experiencias, de lo vivido por cada uno de nosotros y que no se le parece a nada ni a nadie, porque es sólo de nosotros mismos. Más allá del lugar común re contra usado como recurso literario, bagaje político y arenga futbolera, la verdad es que cada vez más me parece tan interesante la pérdida de su utilidad y cómo en su reemplazo aparece el fenómeno del ser genuino, la representación más vívida del humano cuando florece, cuando avanza en su vida y se enfrenta en sus lugares esenciales (que no son nada comunes, porque acontecen con la peculiaridad de pulsos tan diferentes,,,) y desde estos pequeños puntos de partida, se generada toda una oleada de sucesos...
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Sentados en una exquisita terraza de no sé qué piso en el centro de Santiago, Francisco y yo, y fuera de cualquier planificación odiosa, nos sentamos simplemente a conversar, a conversar de lo que se nos viniese en gana, lo que estaba pasando en nuestras vidas, en nuestras mentes que son tan diferentes y al mismo tiempo, con desconcertante objetivo común en el amor: que nos quieran como creemos merecer... La brisa de esta parte del año, lo tenue del ambiente, lo desocupado del recinto, y la disposición espontanea propició de esas esfera que pocas veces se da entre personas desiguales, y francamente, fue máximo: Simple, claro, sin la contrariedad del resultado previsible, y simplemente para ser oídos sin ningún tipo de artificios ni manipulaciones porque ambos estamos mirando en direcciones contrarias...

A Fran lo veo todos los días y sin embargo, con toda sinceridad nunca lo sopesé, tal y como suelo hacer con mucha gente: pasarle de largo sólo porque la subestimo, solo porque en mi recorrido con antiojeras, simplemente decido dejar a mucha gente en el camino, sin dar mucha explicación al respecto. Lo admito, Tantas veces declamé amor y al instante siguiente ya había cambiado de opinión. Debe ser por eso cuando no es ese el interés, mi corazón se hincha de admiración por la gente que es así, simple, honesta y que sabe tan bien detrás de qué va en la vida... Como el Pancho, un tipo extremadamente iluminado, lleno de gracias y dones encubiertos cuya potencia ni siquiera ha calculado su parámetro de proyección...

Siento que la vida es generosa conmigo, con todo mi ser, que a pasos agigantados se mueve desde el punto anterior hacia direcciones insospechadas en donde aprendo de todo, con todos y de una forma casi, inusual, intensa de colores, pensamientos y versiones sobre lo que deberían ser determinadas sensaciones y actitudes humanas, en los seres humanos.

Creo que la consigna de hoy apuntó a dejar de juzgar tanto, seguir hacia adelante con la motivación que sugiera mi pecho, no acostumbrarme a nada ni a nadie, no porque luego vaya a doler, sino porque el amor deja libre, suelta para que lo vea todo, para que lo sepa todo, para que lo recorra todo y en todas las direcciones posibles; todo puede suceder debajo de las olas. Y pucha que es verdad. Entonces me digo, quién soy yo realmente para atascar a nadie, para atascarme yo misma? Nadie.

Francamente soy apenas una gota dentro de un inmenso océano.

No somos mucho de nada y lo interesante de todo este viaje es haberlo entendido en un lid mucho más gigante que yo, sin rabia, sin tedio y sin la aproximación cínica que muchas otras veces me inventé para justificar mis carencias y egoísmo. Debe ser por eso que al oír el decir de Fran, me en la impactó en la circunstancia de cómo los sentimientos y las emociones pueden abarcar una tremenda gama de situaciones antagónicas que uno ni se imagina.

Lo escuché atenta y me preguntaba porque la vida es así, tan asimétrica a veces, tan extraña para darte tanto mensaje pelacables que te deja nock-out porque la mayoría de las veces no entendemos inmediatamente qué hacer con tanta información sobre el amorni mucho menos, cómo ordenar los canales desde donde proviene la misma. Yo, acostumbrada a vomitar speachs cebolleros, me encontré frente a este dulce muchacho, siendo la mar de honesta, directa y clara, usando un lenguaje que mi madre hubiera reprobado y que mis amigas cercanas, festejado.

Todo sirve y todo suma. Todo lo que llega a nuestras vidas está conectado. Eso pienso.

Ya no mido nada de nada, lo que creo me está pasando es simple, ya lo dije: alguien me reconectó y sencillamente estoy viviendo, estoy haciendo lo que cualquier persona que ha sobrevivido, creo haría: mirarlo todo, olerlo todo, sentirlo todo, reconocerlo todo, reconectarse con todo. Y la sensación es espectacular porque nunca más me privaré de nada, ni de nadie.

Las personas pueden hacernos crecer de formas insospechadas, es la pura verdad; un tipo tan joven y tan arrojado, seguro puede hacerme ver tantas otras cosas bonitas de la vida, como por ejemplo, el cómo ve su corazón y porqué él piensa que el amor que siente por su chica es cien por ciento, verdadero. Y el por qué, yo le creo...

Todo lo que llega a nuestras vidas está conectado. Eso pienso.

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