NO TE ENCUENTRO...



NO TE ENCUENTRO...

Camino por los alrededores de mi barrio prestado, y me conmueve el eco sordo de unos críos correteándose entre coros y cantos... Ha bajado la temperatura y sin ajena costumbre, me abalanzo sobre
la noche sudorosa. Me acuerdo que también he estado en otras plazas, circunstancia reproducida en un eco imaginario; siempre volvemos sobre los mismos hechos, las mismas personalidades, distintas caras, uno que otro condimento extraordinario.

Traigo a mi mente tu cabello largo y lacio, ese corte de melena por el que nos llamaban "primos", pues nuestros rostros se habían asimilado, algo, no se si poco o mucho. Tal vez una pizca... Y entonces recurso aquella otra oportunidad, la glorieta de San Pedro, a ti rodeándome con tus brazos, apretándome para que no escapase otra vez... Y sin embargo, me fui, como me había ido todas las otras veces incluso, sintiéndome tan enamorada de ti.

Me carga esta jornada odiosa, te recuerdo cada año, lo haré el resto de mi vida pues no puedo imaginar cómo sería la vida sin tu recuerdo, sin el sonido de un disparo en mi cabeza, sin la tragedia de no haberme despedido, de ti, de mi, de nosotros... Te necesito todos los días de mi vida, te pienso cuando acaricio otra espalada, y sólo acudo a esos cuerpos estrechos porque en ellos, consigo reconstruir nuestra historia... Pero se voltean, me miran con esmero, se concentran en mi furia y descubren sin asombro que yo, soy una más de ellos, que no me enternezco más de lo necesario y que regreso a mi casa, con la misma cicatriz de antes y con tu adiós suspendido en el aire. No te encuentro. Sigo perdida. 

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