Por Debajo De Las Olas. Novela Corta Original/Proyecto Febrero-2018. Primer Borrador!!!
Por Debajo De Las Olas
Si pudieras traer a alguien de regreso
¿A quién escogerías?
D. D. OLMEDO
SANTIAGO/CHILE
Febrero 2018
Esta historia inicia con un muerto, “titantos”
años hacia atrás ¿o hacia adelante? En realidad aun no sé algo como esto… una
taza de café bien amargo (también una pequeña barra de chocolate belga para el
último tranco de bebida…). Comienza conmigo contemplando a una pareja que se besa;
ella preciosa, amazonia alargada, su cabello parece tejido y su piel sin brillo
se ha mateado con los años. Él es algo menor, algo tosco y retraído, a decir
verdad lo primero que se me viene a la mente es cómo pueden besarse de ese modo,
parecen tan diferentes... Pero ella le
acaricia la frente de un modo que reconozco, aunque no sé bien de dónde. La escena
toda, me perturba, siento calambres en la espalda y me levanto a arquear el
cuerpo que siento pesado, que me hunde. Entonces diviso más de ellos; el hombre
se le queda viendo de un modo que impresiona y ella, mientras se recoge el
cabello, planta su ser al otro lado de una enrome ventana… Es enero de 2027, y
ya no es tan simple salir a la calle, apoderarnos de la arena, sentarnos frente
al mar como solíamos hacerlo antes. Mi ángulo me regala la fotosíntesis de esos
corazones, no hay espacio que robe aire entre ellos, sólo yo abatida en una
sensación que me no me atrevo a confesarme.
Hay una montonera de bolsos y maletas junto a
ellos, esperan a alguien o alguien les espera a ellos, el no se ha separado ni
un segundo de su rostro, ella parece ocupada en otros juegos mentales. Qué se
yo. Yo sólo estoy suponiendo. Él se le acerca despacio y balbucea algo en su
oído. Me atrevo a conjeturar que está incitándola al pecado pues ella, ella
suelta una carcajada que exuda erotismo. Lo coge por el pecho y le regala una
lengua que recorre la comisura de sus labios, no sé porqué bajo inmediatamente
mi mirada y sin querer me encuentro con otras evidencias más grotescas a las
que no he sido invitada presenciar. Ella ha decidido ir más lejos y a vista y
paciencia del mundo oscuro rodeándoles, agarra fuerte su miembro por encima del
pantalón ajustado, lo aprieta fuerte, puedo sentir la respiración entrecortada
de su hombre que se sonríe deliciosamente. Estoy sudando. Estoy sudada y
ansiosa. No puedo ni quiero dejar de robarles el momento, es más, estoy segura que
disfrutan saber cómo el resto de nosotros, presta atención… añoramos sus
vestimentas, anclarnos a sus envases privilegiados, escondernos por entre sus
pensamientos torcidos y despreocupados, en la serena consecuencia de lo que se
han conseguido juntos y apartados del mundo…
De pronto caí en la cuenta que estaba suelta,
que la soga ya no estaba más y que aquello de flotar, había desaparecido. Ahora
poseía tiempo y rigor para desplazarme hacia varios puntos, cada viraje era más
largo que el anterior, como si el esquema enteramente considerado fuese un protocolo
sofisticado lleno de reglas y detalles minuciosos escondidos… Me regaló la
chance de fisgonear, de acudir a sitios olvidados y una vez en esos
rectángulos, las imágenes de antes se alineaban, aunque sin comprender bien de
que se trataba todo eso…
La mujer madura, lucía una cabellera cobriza,
gruesa. Su frente elegantemente marchita, trazaba las cicatrices de su
historia, un recuento refinado sobre anécdotas, señas, monstruos y delirios,
todo junto y enredado. Él deslizaba las yemas de sus dedos como si conociese tan
bien parte de aquellos surcos, sin importarle que la erección de su entrepierna
fuese en aumento. Eso era un verdadero espectáculo, una fortuna para mis ojos
acribillados.
Continuará
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