Rapel!!!!



Recuerdo que nos fuimos a Rapel, yo era tu nena adorada y tú mi chico demencial. No nos importaba mucho, o lo poco que podía haber, porque juntos éramos un yacimiento completo...

No pensamos demasiado en que al terminar el verano, tendríamos que separarnos; me pediste tantas veces: vente, vente conmigo... pero en aquellos años yo era una delincuente. Yo quería joderte la pita, el corazón y quería salir indemne de todo eso. Y tú lo sabías perfectamente bien. Te quejabas poco, poco de mi, pero te quejabas adorablemente mientras te lo hacía a orilla del muelle, descarados, ensimismados y salvajes... 

Me ensañaste a hacerlo perfecto.

Me dijiste mil veces; hazlo así y caerán a diestra y siniestra.

Y fue verdad.

Todas tus predicciones se volvieron realidad.

Es algo que he aprendido los días viernes...

Comentarios