Say's Bye...

Suena la campanilla de la bicicleta, el sonido más dulce.
Avanzo por Andrés Bello, pensando que la vida, me 
sonríe y que merezco todo lo que pase... Le dije que no
una vez, le dije dos veces que no, lo seguí haciendo
con todos los otros...

Hago mis oraciones, pero tú, y de sobra, sabes de quién es
el turno de reírse...
Sí, lo sé, me lo advertiste, deja de hacerte la grande,
evalúa las evidencias, deja de escribir enredado y para
variar, muestra algo de valentía. ¡Hazlo!

Me mostraste todas las señales, es cierto
incluso, me diste la chance de desvariar, de confundirlo
de creerlo tu fantasma favorito... ¿Lo ves ahora?
¿Cuántas balas esperas recibir?
¿Cuánto más necesitas para volver a vivir?

Lo sé. Lo supe desde el primer instante en que
intenté huir despavorida...
Pero ahora es demasiado tarde, ahora es
jodidamente tarde, porque duele, no su
consigna, ni mi derrota, tarde porque a la
larga, pierde el amor, pierde el color, pierde
la latitud que está más cerca del sol

En cualquier caso, estoy viva
Pateada en el suelo, pero viva.
¿Acaso no vio que hay un hoyo dentro?
Capaz y no, dice no entender la entrelínea
pero aguarda sigiloso el siguiente disparo...

Sé que me lo advertiste, sé que hay cientos
de Brunos azolados, tercos de rabia, locos
por embestir, y embestir hasta que ya no
quede nada. Todo eso, es verdad.
Pero, ¿Me importa acaso?

En realidad no.
No me importa que seas como él,
No me importa nada,
No me interesa que seas como los otros
No me interesa que seas como tú...

Lo que me importaba de ti, ya 
no existe, ya no importa mas.
Pues en mi corazón, hay otra
religión, no hay ideas perennes...
En mi corazón hay color, el color 
regenerado que me legaste.

Así que la inutilidad del eco de 
tu acto, sólo causa una lesión en la
superficie; raspo con alcohol, y luego,
enjuago con mi saliva que solo contiene
ácido...
Prosigo en silencio y me alisto para un
nuevo viraje.


Me despido del muchacho.
Retomo mi viaje...