The end is the bigining... ever.
Para sanar, debemos asumir que duele,
que a veces, no podemos regresar...
Es cierto, duele como un demonio y
al caer la noche, enloquecemos, no
está él, no está ella... no hay un somos...
Pero, yo no quiero vivir así,
yo quiero para mi, un jardín, con
olor y con color, aunque llueva en invierno.
Ya no puedo recogerme, y pensar en
el atrás. Yo quiero otras oportunidades,
besos tiernos que muten hacia la pasión y
que al regresar de ésta, me llene otro abrazo...
Yo quiero, sentir. Vivir aunque duela tanto.
Así que este es el fin, no el fin de los
otros, ni el fin de nadie en particular sino
el fin de mi, no queriendo la vida, no amándola,
porque si me la han dado, por qué abandonarla,
Hay que vivirla, como venga, con miel, con
fango, con lo que haya en el centro, con todo
eso y lo que no sé, con lo que no haya llegado
y que tocaré...
Alguna vez.
He recuperado mi fe.
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