COLUMNA: Por fin es viernes. HOY: "Teorías". D.D.OLMEDO. 5ta. Retorno. 16/02/14.- 16 de febrero de 2014 a la(s) 17:36


COLUMNA: Por fin es viernes.
HOY: "Teorías".
D.D.OLMEDO.
5ta. Retorno.
16/02/14.-

"Las otras veces, me volteaba a mirarla cuando su contorno se desdibujaba allá al final de Seminario. Ella no sabía que la observaba en secreto, que entre tanto robot y mecanismo básico, yo anhelaba rebelarme ante mi propia desidia; pero cómo iba a saberlo, acaso entendía que yo era un cobarde, uno de primera línea incapaz de decirle cuánto la amaba. A la larga, dejé de ir al Parque Bolivar, dejé de hacerlo cuando la vi agarrada de la mano de ese cretino... Con los años, sabría que esa caricatura de hombre había sido peor que yo, no por sus fechorías sino por lo que fue incapaz de decir..." (Santiago Heller, en: "El Mundo De Las Cosas Aparte").

Me han preguntado muchas veces de dónde surge tanta frase hilada, tanta anécdota, tanto qué decir. Yo a veces, sólo quisiera responder: Soy acontecida… Pero, después de un momento, entonces me doy cuenta de que, si lanzo esto, vendría de vuelta una no despreciable cuota de argumentos varios intentando responder -elaboradamente- algo que yo intento esquivar con regularidad.

También me gustaría decir que tengo una que otra teoría y sin embargo, ello empeoraría las cosas. Una de aquellas, es bastante exigua, pobre hasta decir basta, pero a mi me sirve, despejo una que otra variable dentro de la ecuación; remóntese a un escenario repleto de mesas y sillas varias (puede o no, ser un restaurant, escoja usted el sitio, mentalmente), vea que dentro de este marco, hay vacíos intermitentes (mesas desocupadas) e imagínese el deseo de alguien extravagante lidiando con la multitud. Esa persona busca el exilio, inconscientemente al aislarse halla un momento de paz en medio de ruido del panal. Por fin lo encuentra, al fin y al cabo merece un instante de relajo (se lo ha franqueado). Lejos del mundanal ruido, una osada sonrisa recorre sus labios, de suerte que el hallazgo es un oasis en medio del desierto y por ello, celebra construyendo un segundo mágico en su mente… ¡Ja! Suerte perra y mezquina; efímeros son los puentes que construye la mente para enfrentar al resto… He ahí, en el mismo circuito, un esforzado y prolijo instrumento catete que osa a perturbar la paz encontrada, asumiendo la torpeza de querer engranar como polilla dentro de un crucigrama; habiendo centenares de mesas y espacios a la redonda, encuentra abrigo en la mesa contigua y, simplemente, se instala. Odiosidad entre odiosidades, absurdo incorregible en el humano que no puede intentar siquiera asumir un riesgo en la migración sino que intenta desesperadamente siempre ser clan, pertenecer, calzar y por eso no puede evitar ilustrar ese bello antes paisaje, con una réplica de lo que todos mal acaban haciendo. Rellenar. Si miras el croquis desde afuera es justamente lo que hacen y no entiendo porqué cresta es así…

Escena dos: Alguien toma un libro desde su bolso, lo agarra con la esperaza de poder capear los espacios muertos a bordo del tren. Busca la página en que dejó colgando supespendo algún evento revelador y apenas se arrellana en su asiento en el hábito de volar, entonces siente persistente la mirada clavada en su cien de alguien que lo censura ante el retrato de una anciana con cara de martir suplicando por un lugar en donde estrellar su humanidad. Esta bien, piensa el escrutado, no me pienso mover de acá, que lo haga otra, otro, porqué siempre acabo siendo yo! --Remata. Pero al poco rato, la consciencia y la culpa lo asestan y le quitan el apetito de internarse en un nuevo capítulo... Con la consigna del alivio y en el afán de desaparecer, el lector huye de las miradas acoplándonse al vaivén de la parte posterior del carro, se sujeta como puede y emprende el ejercicio de sostener casi todo con una sola mano, parte de su dignidad y de las creencias metropolitanas, yacen en el aire flotando como un presagio de lo que deviene cada mañana... es mucho más fácil lanzar muchas piedras olvidando que sobre todos se extiende un tejado de vidrio...

Movimiento Tres: En las inmediaciones de un bello parque en las afueras de la ciudad, una chiquilla recorre a bordo de su bici, montones de calles como si fuese la primera vez que descubre esos parajes. Un discman conectado al tímpano, le pone la piel de gallina porque el track list emite "La Wally", esa famosa melodía que inmortalizó la María Callas años atrás... eso basta para desarrollar en su mente circuitos paralelos en donde la plenitud, no tiene que ver con el poseer sino con algo más sutil y escaso como lo es el poder de la creación... ¿Cómo no vi ese conjunto de árboles? Se cuestiona. ¿Y desde cuando es que esta parte de la ciudad se aprecia así de brillante e iluminada? ¿En qué parte de la historia que me contaron mis padres, omitieron loa belleza de estas avenidas? Interrumpe.
A pocos metros, gente bella arranchada en unas mesdas con tolditos asinados le grita: Cómprate un auto... Etc.

Como dije, me han preguntado porqué soy como soy (que vendría a ser lo mismo que inquerir porqué escribo lo que digo) Y después de tanto mirar, a lo mejor debiese decir: Puede ser que sea mejor describiendo que viviendo la vida...

¡Hay una orquesta en mi cabeza! Expresó alguna vez Eliseo Montalbán, el tremendo único personaje coherente que le he visto a Benjamin Vicuña en épocas anteriores. Yo me digo siempre, y ¿dónde está está el Director? Lo necesito urgentemente.

Algunas personas creen que estámos mal y viven en la secuencia inicial sin jamás poder entender que la progresión de escenas no se arma bajo estrictas medidas de seguridad, desplegando estrategias, artilugios varios y dinámicas para hacerte tropezar. La vida es aquí y ahora, siempre lo digo y entonces, de qué sirve pretender que todo está donde debe estar si no es así. Es más simples; habemos personas que no QUIEREN vivir igual que los demás, que no nos interesa calzar, depender, engranar... sobre el particular, lo mejor es una isla para poder navegar a cuaquier ritmo y en la frecuencia que me apetezca... Yo no quiero que se me sienten al lado cientos de personas ni impedirles que vayan en diversas direcciones, sólo desearía un poco de espacio, el necesario e indispensable para poder respirar cuando haga falta, para poder ser como quiera ser sin tener el peso de responder, sin la perturbadora pregunta asesina de todos los tiempos: ¿dónde estás y con quién?

Vivimos de lka culpa ante no poder decir lo que realmente estámos sintiendo o pensando y buscamos otras divergencias para expiar la sensación de bronca que padecemos al no podert gritar a viva voz lo que nos pasa...

El costo de vivir así de apiñados es altísimo; no sé si seré capaz de pagarlo. De qué le sirvió a Jerome aislarse durante tantos años si a la postre, su prole o canallas depredadores de todas formas explotaron su imagen. Justamente todo lo que no deseaba en viva ha servido para erigir un monumento de vanidad.

Holden Caufield, se preguntaba adónde iban a parar los patos... a qué parte se iba el alma de un resentido toda vez que la sociedad intentaba a sus anchas hacerle entrar en "vereda". Porqué la razón posee contendo coercitivo, me pregunto. ¿No debiese ser un consenso?

Qué importa cómo se vive la vida de cada cual, lo importante es que en el corazón de cada uno no haya duda de que se vive como en verdad deseas hacerlo, y no persiguiendo la migaja de la aprobación. No hay ninguna estrategia que sirva para torcerme la mano, ya estoy vieja para esas cosas, bien recorrida y cada una de esas imagenenes en mi cabeza me sirve para colocar paños fríos en las escenas que me lastiman. No es soberbia, es amor, amor con la cepa que hay dentro de mi, la confianza que se tejió a punta de sacrificios y la entereza para afirmar con convicción que nada está oleado y sacramentado y por eso es tan importante pararse con determinación en esta vida...

Proliferarán a diestra y siniestra todo tipo de personajes, algunos cargados de eventos honrrosos que sólo advienen a ti con buenas nuevas y otros muchos, que no se conforman con arrancarte las costras, además necesitan que tu carne quede expuesta hasta devanar los hilos de sangre que secretamente sabes corren por dentro de ti y que no exhibes por dignidad. Y sin embargo, si fuese yo, preferiría enfrentarme al vagón entero y gritar que tengo los mismo derechos que los demás a sentarme cuando estoy cansada y leer si quiero, cabeza agacha, que no está mal transportarse en bicicleta porque así te gusta y sobre todo, sentarme apartada porque el resto de las personas, no me agradan bulliciosas.

Aprecio el silencio por sobre todas las cosas, pero también, amo la música (no el molesto ruido sin sentido), me gusta la soledad, yo soy así, pero también amo una buena conversación que se extiende hasta la madrugada... quiero a mi prójimo aún cuando acuda al sendero como tropa de un rebaño, lo que me sucede es que estoy despierta, nunca más pude quedarme dormida y veo, oigo, siento demasiado. Me gustaría quedarme atrapada en la sensación que ha provocado en mi el sabor de un beso, el roce vertiginoso de un calor inesperado, la sensación mágica de perder el pudor y desatar deseos y furias candentes... pero a la larga, sé que no puedo, sé que al igual que el resto, huyo de la orfandad que me provoca el miedo. Pero soy honesta, no uso ademanes, ni tretas, ni cosas raras para esconder lo que siento.

Soy cándida, frágil e ilusa. No me arrepiento.

También soy cabrona y determinante.

Todas mis teorías no son mucho para nadie y quizá, a las personas les guste vivir parasitando. Who knows???

El asunto es que si mandas un deseo al universo, él siempre responde y en esa súplica le pido que entré en mi corazón y me llene de humildad para poder soportar las cosas que no puedo cambiar. No sé si seré capaz de no colocarme los audífonos cada vez que alguien se acerca, pero supongo que pido aquello para no tener que levantarme e irme cada vez que sienta que las personas no ven, no sienten, no responden ante la vida y prefieren permanecer anestesidas creyendo que la tienen toda por delante.

Namaste.

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