COLUMNA: Por fin es viernes. HOY: Un Lago en el Cielo. D.D.Olmedo. Viernes, 5 de Septiembre.
COLUMNA: Por fin es viernes.
HOY: Un Lago en el Cielo.
D.D.Olmedo.
Viernes, 5 de Septiembre.
El otro día, leí un posteo en el perfil de Rocío. Alusivo a Cerati, usaba la expresión INFLUENCIA, para referirse con precisión a algo que yo había perdido de vista...
De cuando en cuando, me repito negativamente que, somos como somos, porque arrastramos hacia adelante un conjunto pesado de ideas de la más diversa índole. Todas esas ideas (verdades o no, y en su gran mayoría, prejuicios), se nos adhieren a la mente casi como dura cobertura que reviste aquellas paredes de sezgos y malos hábitos... Es verdad. Quizás por eso, en la medida que pasan los años, todos nosotros somos más tozudos, más complicados y más apegados a sentencias experienciales. ¿Y cómo no serlo? Nos basamos en esa información para ilustrar a nuestra cabeza y así realizar elecciones de todo orden: Si alguien nos defraudó en el camino, en la avenida de enfrente, lo más seguro es que no paremos a dar señalética si alguien nos detiene pidiendo orientación... Pero, esta no es la única consecuencia. Al parecer, estas ideas anquilosadas sobre un montón de cosas, no sólo perjudican las pretensiones sobre cultivar buenas relaciones humanas, creo que también, influencian de manera negativa el acervo-motor en el cual confiamos para continuar hacia adelante nuestra ruta de vida. Y así, la equivocación permanece. Y así, los principios se tuercen, nutriéndose sobre la base de opiniones y juicios contaminados por la vibración de momentos particulares...
Yo tenía la oponión de que Gustavo Cerati era un loquillo hasta que me tocó conocerlo personalmente hace varios años atrás. Corría el
Año 2006. En ese tiempo, mantenía una tormentosa relación con un fulano del que hoy, apenas conservo recuerdos. El
Asunto es que él, como buen fanático de la música electrónica, me invitó a un MUTEK a realizarse en Valparaíso. Relacionado con djs y engrupido a mango con la movida ad-hoc, el cristiano y yo fuimos a dar al muelle Barón. No había mucho para la mujer que soy hoy, en aquel ayer parafernálico. Lo reconozco. Pero eso cambió cuando un famosillo de los asistentes y amigo personal de mi ex, me pregunto si quería conocer a Cerati...
Yo, como buena exagerada, hitérica y neurótica, me puse como una loca, tanto que las flemas se me salían por todas partes. Así que para el Vip nos fuimos los tres y ahí, dentro de un raro y confuso saludo, pude besar a Cerati en la mejilla y todo. Pensé:
Guauu, qué alto es!!!
Luego, qué bonitos ojos tiene...
Después, qué estilaso...
Pero, al pasar un rato, y observarlo con detención, comprendí que era como cualquiera de nostros, con inquietudes, desaciertos, opinión, temores y una parada no oficial que era bastante más bella que la que muchos conocieron.
Creo que conocí al Gustavo que admiré, momentos después, al verlo cómo disfrutaba jugar con un mixer y difundir una música bastante diferente a lo que se popularizó de él (Más adelante, recordaría esa noche como la influencia de un disco de música para película -+BIEN).
Recuerdo de esa noche, a un tipo como cualquier otro, que hablaba con propiedad de la escena electrónica y de los cristianos que la componían. También recuerdo que estaba con su mujer de ese entonces (Cecilia Amenabar) y que prácticamente, se ignoraban...
Esa noche fue rara. Es un hecho. Aparte de mi situación particular de amor y odio, inexplicable hoy, pienso en la cantidad de cosas que vi, escuché y oí y de las cuales intenté ser parte sin poder encajar jamás.
¿Les conté alguna vez que hasta hice un curso de DJ?
Jajaja
Hay muchos recuerdos en nuestras cabezas, circunstancias que se desdibujan y que, de repente, se reactivan gracias a un dato nuevo. La muerte de ese sujeto con el cual compartí unos 20 o 30 minutos de plática hace más de siete años atrás, prendió luces que habían permanecido silenciadas en mi; un concierto de despedida de la mano de un gran amor, otro de retorno en compañía de una antigua amiga con menos canas y kilos... Pero reactivó la sensación permanente de que en verdad, lo único cierto es que no tenemos control de nada en esta vida...
Soy absolutamente, una chica oldschool. Dediqué, como de seguro lo hicieron millones de personas, la bella canción Trátame Suavemente de Soda Stereo; canté y bailé hasta el hartazgo mi novia tiene biceps; me comprometí con una banda sonora que incluía canciones como: El Rito y Persiana Americana. Más adelante me enamoré, y recibí con pasión la letra de Corazón Delator... Una época más dura se encuentra representada por temas como: té para tres, en la ciudad de la furia y entre canibales... E incluso, hace poco, imagínaba que cierta persona podría haber regresado a mi vida a pedir perdón interpretando: De música ligera...
Es cierto lo que escribió Rocío. En la vida, estámos llenos de influencias, siempre alguien dijo algo que se nos ancló al corazón y nosotros vamos incorporando en nuestra experiencia esos datos poéticos. Yo realmente sentía lo que él cantaba: que si no olvidaba, acabaría muriendo... Y por eso, sabía que no había remedio. Tenía que... Olvidar.
Pero sin duda alguna, de todas sus frases para el bronce (creo que de bastante le sirvió ser publicista) me quedo con la mejor: "Sacar belleza de este caos, es virtud..."
Gustavo Cerati fue un tipo con suerte, vivió como quiso, fue profeta en su tierra y heredó a esta humanidad, frases notables y sonidos particulares. Sé de sobra que muchos de nosotros desde siempre lo han incorporado en el soundtrack de sus vidas y cómo no hacerlo... Material hay de sobra.
Esta Columna no es para ensalzar una biografía, para eso basta conectarse a un click y buscar en el lugar apropiado sino, para revelar el toque personal que su música legó en mi. Cerati, como poeta y editor de frases punzantes, dejó una huella peculiar en la cosas que oigo y la manera en lad que suelo procesarlas... No hay dos influencias iguales.
Me siento agradecida de palpar la música como lo hago hoy a mis casi 42 años, época en que hago poco si no voy de la mano de sonidos, de murmullos, sobre todo de letras que dejaron marcas de recuerdos modificados por las circunstancias.
La muerte de este músico peculiar, me recuerda que cuando alguien se va, más allá de su cuerpo y del cómo uno puede percibirlo, queda su legado-influencia en todos nostros, como un lago precioso de corrientes emocionales en donde fluya la magia del ser y el dar.
Un lago que hoy se abre en el cielo.



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