Marzo...





Marzo.

Dominga Dolores Olmedo.

Han encajonado la Estación y la cara de los transeúntes es más que evidente. Ayer hubo marcha y Andrés Bello sigue encapuchado. Tras unas cuantas horas, a nadie parece importarle… acaso a dos quiltros encaramados ladrando quién sabe a qué vibración oscilante. Sortean escombros, desechos y escaramuzas; inyectados por las escaleras, fingen encontrarse a salvo en el subterráneo… Pero abajo se esparce el coletazo transantiago: piel con piel, aliento contra aliento, cuerpo a cuerpo. Otro tipo de sometimiento y dolor.

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