RENACER

Hoy, me puse a bailar. Sin razón alguna, enchufé los audífonos a mis oídos y con la Lambada de fondo, solo me dio por bailar sin parar. No pensé en nada mientras lo hacía, no recordé viejos amores, no reparé ni en la desnudez de mi cuerpo ni mucho menos, en las cortinas recogidas. Y fui plena, durante casi tres minutos y medio. No pensé en nada. Mi cuerpo simplemente reaccionó al sonido de la música, a su ritmo y a las ondas reactivas que nos sacuden cuando algo se moviliza dentro de nosotros... Desde la primera hora de la madrugada supe que este día sería distinto a todos los otros días de la semana. Y lo fue. Hoy fue el primer día en que hice algo distinto de urgar donde no me llaman, donde no fui al condenado celular, donde no espié quizá, una última publicación... A mi solo me nació bailar.

Ahora que me lo pienso en consideración, me doy cuenta de que fue algo como un trance, como una danza chamánica y expiatoria, como ritual psicomágico no planeado en donde una parte de mi, se reconcilia con la otra. Y puede que esta vez, si haya otro tipo de consecuencias... tanto va el agua al cántaro, que se quiebra... ¿Cierto?

Este día nació con magia y se eternizó en una caminata por Santiago, distinta a las otras en que la derrota del espíritu diluía cualquier suero de esperanza. No vi a nadie durante la ruta, no pasó nada que me sacara del rito, yo solo estaba en estado presente. Y no pensé en nada ni en nadie; mecida por la banda sonora de este viernes, la definición de mis pasos se volvió una dinámica sutil, descomplicada y sin reglas qué acatar. Qué bueno es andarse sin protocolo, sin trauma, sin el ceño fruncido, o el traste encogido hacia adentro....... Buena sensación que filtra el aire en el rostro, desordena el cabello y bueeee, qué poco importa eso. Yo estaba. Solo eso.

Al llegar al trabajo, algunas personas preguntaron si me había maquillado, o peor, los cabrones machistas de siempre se anticiparon a lanzar que me habían culeado!!!! Pero a mi, más que darme algo (porque no me dio ni importó nada), me hizo pensar en que estoy más cerca, mucho más cerca que el día anterior, que la semana anterior, que los meses anteriores... que la vida anterior.

Estoy cada vez más cerca de mi, de mi ser, de la unión total. Del renacer.