Se valiente...

Solía parafrasear el abuelo, a una buena cuota de filósofos populares y habitues de su sindicato; gustaba creer que una síntesis dinámica de todos ellos arrojaba un hermoso círculo de sabiduría: «Siempre el asunto más básico, es sin duda, el más honesto...»

Desechada que escogí la buenaventura de la sincronización y otros menjurges, me urge ahora habitar el paramo de simple, pero no por ello consiguientemente, alentador; aunque presumo que la fiesta de Hemingway pueda esconderse ciertamente el un jugo coebroso y resbaloso de vino apropiado.... No lo sé.

A la larga, el arquitecto nos quiebra la mano, nos gana la partida, nos estropea el saque... puede que la filosofía popular y su flamante regla de oro, sea lo único indeleble cuando los años arrecien, y ni tú y ni yo estemos para reirnos...

A veces pienso que es la guata. A ratos que eso no falla y que también nos mata, puede que a la larga, el envión emocional  sirve para autovacilarse, y al menos para segregar en paréntesis qué somos cuando todo ello desaparece.

Tengo la sensación pálida de que una vez ya estuve aquí y en este mismo punto, hace muuuchos años; y no supe leerme la entraña.... ante la duda abstenete, diría la rata oportunista enquistada en mi... Bueno, well see. Hay una orquesta en mi cabeza!!!!

Y puede que esta vez el concierto sea de cámara...

Se valiente.

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