Almost Blue.
Aparece una fotografía del músico, de la que llamaba mi atención la forma de doblar el calcetín sobre un zapato medio abrillantado sin llegar a ser charol... Baker está retorcido sobre su cuerpo, aferrado a su trompeta interpretando, para mi, quizá la melodía más bella que haya oído jamás; invierno o verano, otoño o primavera, almost blue suena seguido en mi memoria, igual que la fotografía más representativa del tipo en mi.
Me gusta mucho aquella fotografía, se parece mucho a lo que describía el muchacho de las olas, sólo que en una distinta dimensión, pasión de matiz sonoro, movimiento de ruido armónico, más erótico que otros relatos audibles apartados entre mis recuerdos. Pienso en esa vez que sonaba de fondo, con una extraño echado en mi sofá rojo, observando cómo yo rodaba sobre la alfombra, drogada, excitada, sin intenciones claras de nada... aferrada al momento, intimando conmigo, separada de todo lo demás.
Hay registros de momentos que están reapareciendo. Parece ser que algo se acerca. La necesidad de recurrir a Baker, me lo advierte casi, subterráneamente.
Debe ser que mi cuerpo lo sabe.
Ha de ser que mi interior se estremece.


Comentarios
Publicar un comentario