Hasta el fondo........

Todavía ando cargada a la bronca. Esa es la verdad. Y a raíz de los últimos hechos decidí entregarme a esa emoción con todas las de la ley y no continuar enfermando a mi mente de hastío. Nada qué hacer. Si quieres patear la perra, házlo, móntate en cólera pero sal lo más rápido que puedas. Y luego, respira. —Eso me dije para variar. Y en verdad que necesitaba decirmelo pq puedes fingir con cualquiera pero no con uno mismo.

Y me ha ido mejor. Afronté el hecho que no soporto ni gente ni situaciones y debí hacerme cargo que ello no mejorará; quité toda esa paja de la proyección, el espejo y weas budistas irrisorias para esta parte de mi historia y no pq sean una mentira, sino porque no son parte de mi y como tal, no es información que pueda comprender y madurar bajo la influencia de la frustración. Y en eso, estoy siendo justa y honesta primero conmigo. Por la punta, me tomo ciertas distancias no solo para evitar oir a cualquiera sino que, oir pero tomando tiempo para entender qué oigo pues en cada persona hay propias verdades e ideas. Ahora bien, tal vez a la larga, nada cambie y seguiré huraña o tal vez no. Puede que vea cosas vedadas hoy. Y por el otro extremo, me doy permiso para llorar más. No sé desde cuando me impuse este veto tan violento: NO LLORAR, NO DEBILITARME, NO FRACASAR, NO DEJARME LLEVAR, UN NO ETERNO........ Y por lo pronto, me he desesclavizado de mi no lagrimas, no importa dónde venga ni quién me juzgue por ello...

A la larga, creo que esta rabia se ha comportado igual que los intereses frente al pago, es decir, por inverosímil que resulte de creer, cualquier esfuerzo pagadero no se imputa al capital sino a los intereses devengados y lo que resulta más infame aún es que en la pugna de determinar cuánto es realmente lo que sí debes, comprendes que el interés se computó sobre interés como el más perverso de los ciclos que van perpetuándose en el tiempo. Con la rabia sucede lo mismo, en un momento se ha acumulado tanta de ella que al verbalizar el enojo, no sabes con certeza cual es la causa origen o el hecho que todo lo ha disparado.

Hay momentos en que me he dicho con franqueza que no sé de dónde viene, reconozco algunos afluentes pero no puede ser todo genealógico. Me parece que con el tiempo fui perpetuando esa conducta de normalizar ciertos hechos. Normalizar por ejemplo el uso de internet para dar con alguien, para vincularse y hasta la chance de «amar» (sí, yo no sabía que por tener y usar tinder, algunos hombres se auto autorizaban a enviarte fotos de penes a granel). Normalizar el hacerlo todo sola, desde comer, andar por la vida, vacacionar, hacer la trayectoria. Todo, sola. Normalicé también la temprana mentira de que yo era ruda y extravagante y que como tal, a mi no me dolía nada. Llegué a normalizar la soledad no elegida, la oscuridad fulminante, el no comer, el no usar medios de transporte, olvidar a la familia, extirparla aunque eso significase perderme de todo. Absolutamente, todo. Normalicé el ascetismo, lo anacoreta de mi vida, las huídas, las escapadas por la ventana, el total y completo apartamiento al filo de lo antisistémico. Y bien. Los resultados saltan a la vista: ya no encajo ni siquiera si me lanzase al vacío. Las corrientes me repelen. Y por ello lo comprendí. Abrirse a dejar fluir la rabia es humano, porque para poder recibir, hay que vaciarse y el proceso de vacuidad es doloroso.

No sé qué tengo por hacer. Apurada entiendo mi enojo que fluye como en fases, que va de rebote, que se agranda y hace treguas conmigo. Todo depende de cómo me enfrente en el día a día con todo eso. Porque ya no me toreo, no me cuestiono si me dicen chora, amarga, ácida o peor, conflictiva. Claro que no. Porque esta posición también hay que asumirla aunque muy pocos se atrevan, hay que ser quien diga cosas duras, cosas impopulares, asumir directrices poco demagógicas, resolver actitudes no condonantes y la lista se expande. En síntesis, hay roles que no suman likes y está bien, así debe pasar, así debe ser. Porque para pasarse al lado luminoso, hay que llegar a lo más profundo del lado oscuro, el único sitio en donde puedes enterrar para siempre el miedo como esencia del resentimiento.

Comentarios