Mis muchas madres.



Aunque haya pasado un montón de años, todavía recuerdo algunas memorables celebraciones en 10 de Mayo. Y debe ssr porque A la larga, cuando eres «rande» comprendes que ser madre es algo feroz. Por lo tanto, esta nota no es para festejar a la mía cuyos huesos yacen debajo de la tierra de algún campo santo... NO. Esa parte de mi vida concluyó. Estas líneas con un regalo para todas las otras verdaderas madres que han hecho posible el inmenso cambio que tuve con los años, mi variación de percepción, mi mirada apaciguada, mis sentimientos más tiernos los debo a todo ese grupo de hermosas mujeres que me han mostrado una cara tan distinta de la matermidad.
Mujeres amorosas, querendonas, valientes, valerosas, llenas de fuerza y fortalezas. Las amé, las amo y de seguro las seguiré reconociendo en mi camino; a las madres que aún no lo son, las que están por serlo, y las que abordan la maternidad con la generosidad infinita de la adopción.
Creo que la vida me premio con tantas madres postizas, con amigas mamás, con mamás amigas, con mujeres que me enseñaron a perdonarme por no llevar a termino mis embarazos; por cada una de ustedes mujeres infinitamente maravillosas que solo saben dan amor, lecciones, cariño, contensión. Muchas muchas muchas gracias.
No cambien nunca.
Hace falta mucho coraje como el vuestro.
:)

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