Insoportable levedad.

La primera vez que vi un set de fotografías de él, no sé si tuve una opinión tan definida. Es atractivo y en cierta forma, hasta bonito si lo piensas en estereotipos. Pero no puedo darle un significado radical a las cosas que pasaron por mi mente. Tiene la piel morena, y de este tono es mi preferencia al fijarme en un hombre, incluso diría que es esta particularidad lo que me moviliza físicamente en un hombre. Y la de él es además de un moreno mate (o sea no brilla). Hay un conjunto que funciona exquisitamente, en parte porque tiene un torso ancho que incita a deslizar lo que se te ocurra por entre aquella superficie... Y me deja pensando cómo fue que hasta ahora, no he cambiado de opinión como para arrancármelo de los pensamientos.

Ayer, y a propósito de la nada misma, él me envío una foto a torso desnudo, tomada en la ducha, en una postura cuyo rostro invoca al más descarado antofagastino que haya conocido. Su mirada, es como un oceáno inmenso que me invita a contemplarle sin ningún tipo de defensas o muralla, sin prisa, como si mi ser fuese aquietado por aquella... Me gusta este hombre, me excita a niveles sensoriales pues a pesar de no haberlo palpado, me llama al desafío de encontrármelo sin tapujos, sin restricciones de ninguna clase y acariciar cada rincón extrayendo su goce para envalentonarme a mostrar el mío.

Sé tan poco como poco se sabe de quien no siente deseo en abrirse y sin embargo, a la larga se comunica a través del deseo inminente de noches que la soledad y el ardor le vuelven alguien vulnerable. Y aunque lo evité, llegamos a ese estrecho pasaje en que lo que habla a través de tu lengua es la extrema calentura y la fiebre de los órganos buscando redención. Ya me lo hubiese querido entre las piernas, cubriendo con sus labios y lengua toda la zona erógena indefensa ante el deseo y la pasión que prendió repentinamente como regadero de pólvora, entre nosotros. No solo me excita sin haberlo visto jamás, por un momento llegué a pensar que podía saltar una barda muy alta: pensé que podía darme el lujo que no me pusiera una etiqueta.

Pero no. NO ocurrió de ese modo. Y tampoco conservo energía para creer que ello pueda revertirse.

Por razones que aún no logro ver, sigue reproduciéndose en tiempp y espacio, un mismo patrón de comportamiento. La única diferencia es que al menos para mi, no habrá un bis de esta rara actuación; a veces no es que no se vea nítido, es que necesitamos se vea borroso para justificarlo. Lo que sucede no puedo evitarlo, pues no se manda en corazón de nadie, no le dices a la gente qué debe hacer para tratarte bien o no lastimarte, no vas por la vida obligando a que se pongan en tus zapatos. Cada cual conoce dónde aprieta y por qué no le apetece relajar el lazo que lo ata... Cada uno en solitario, lo sabe.

Quiero decirle a ese chico de ojos oceánicos que me mantuve raramente contenta mientras platiqué tan poquito con él, que a partir de esa misma levedad con la que pudo tratarme, aprendí cosas elementales sobre mi, en especial, cuándo dejar de ver borroso o mejor dicho, cuando aprender a ver lo que es. Y en.nuestro caso, no tengo elementos con qué sostener nada, porque es como querer sujetar el aire con una unica mascarilla que se le ha otorgado a un sobreviviente.

Me siento agradecida, porque ahora, cuando me siento rara, ya no me enojo, no me violento, solamente lloro y dejo que la decepción se atropelle así misma un rato. Tarde o temprano, decanta. Y siempre vuelve a salir el sol. Me voy porque no sé flotar, no tengo idea de cómo se hace aquello. Hace mucho tiempo que me di cuenta que para variar, hacía bien cuidarse, conocer los propios límites y ser agradecido.

Así que nada. No se puede exigir cuando los otros no poseen herramientas y sería injusto juzgarte por ello, al final de cuentas, aún cuentas con toda una vida por delante para hacerte de ellas. Y yo, para aspirar al más del que te hablé desde un inicio y que fue eclipsado por debilidad, esa tenue debilidad que se topó con tu forma criptica de ser y que me ha superado con creces.

Buen viaje forastero.
Mi cariño, como símbolo de paz.
Bye.

Comentarios