Confiar a pesar de todo.

En la medida que ha pasado el tiempo, de forma más natural entiendo cuestiones que antes solo desataban episodios de enojo, luego frustración y hacia delante una sombra de resentimiento que se consolidaba en amargura. Son cosas que se aprecian de otra manera, de forma moderada, ordenada tal como si te tomases una radiografía postergada al no contar con recursos de costear. Hoy, un montón de cosas son diferente y aunque el enojo permanece en el mismo sitio, hay una actitud en mi distinta, algo me impulsa a organizarme de un modo alternativo a todo lo viejo y conocido. Creo hay legítima intención de salir del lugar cómodo del enojo, apostando por sentir la soledad y aprender a convivr con ella, antes de aceptar en malos términos la compañía de personas con las cuales no fluye, no porque sean malas personas sino porque yo cambié, yo entendí qué otras cosas necesitaba y hacia dónde caminar para sentirne mejor o al menos, coherente con lo que pienso y siento.

Mi pelea, no pasa por el estatus, incluso hasta abandoné pretensiones intelectuales y hasta profesionales. Creo que a la larga mi incomodidad está asentada, revuelta con otras emociones negativas y la hipersensibilidad afecta todas mis fibras en diversas circunstancias vueltas una montaña enorme, en consecuencia que tal vez solo sea la manera y transformación natural al degeneramiento social y en especial, humano. Sigo sin poder enfrentar la bajeza, el egoísmo, la individualidad, más cuando me reviene el discurso de la proyección, que la atracción, que esto y aquello, pues al levantarme cada mañana sé bien quién soy, y sé que esas aristas están lejos de mi ser; no atraigo estas condiciones porque sean parte de mi interiror, es la vida que devino en esto. Es muy diferente.

El punto es cómo lidiar con ello. Me he puesto a pensar en altísimo porcentaje de gente que encubre estas mismas sensaciones frente a una vitrina, a bordo de un avión, frente a un enorme plato gourmet, o qué se yo, de la forma que se identifique con el placer, con darse un gustillo....... Pero a la larga, salirse de la mecanica habitual que nos pesa un montón. Día con día me pregunto de qué vale esforzarte, abrirte y entregarte, apostar, etc., si a la vuelta de la esquina está aguardándote la siguiente decepción.... No es mi estándar de medición elevado,  claro que no. Se trata de la imposición arbitrariaa de todas los requerimientos en forma conjunta, sin evaluar una sola básica, respeto. Por ello, surge una percepción de que no somos oídos, que la gente avanza con su actitud e interés arrollador, aplastando, siguiendo con su visión singular perdiendo la amplitud de criterio que nos abastece desde la pluridad.

No me siento más acompañada. Me siento cada vez más sola, con mi lucha en contra del aislamiento, forzándome a diario a entender desde afuera, tomando un poco de palco para decirme con un amor infinito que no es mi culpa, que no hay nada de malo en mi, que mis defectos no son un mar que arrace con las otras personas sino que la gente es así no más, descinsiderada, pues simplemente, no te quiere, no le importas, o está legítimamente interesada en otras cuestiones que estima, relevantes y prioritarias dentro de su lista de prelaciones.

Y si. Algo me alivia este acotado pensamiento. Más no apaga la conciencia y la angustia sobre nuestro destino final, del lugar hacia donde vamos, pues puede que yo me repliegue cuando los otros fallan, puede que mi paso se atortugue... pero más temprano que tarde, sigo siendo la misma, cariñosa, afectiva, emocional y entregada, creando instancias para hacer sentir bien.... es solo que de pronto me di cuenta que ya no podía  colocar idéntica intensidad en cada uno de mis gestos. Pues el rigor, y el amor lo necesito para mi. Para resistir, para encontrarme con lo que aun no puedo ver ni procesar. Con un amor universal más compasivo que me enseñe a colocarme de pie cada vez que alguien me golpea, aprendiendo a pensar que esa persona no te vio, no porque seas tú y quisiese lastimarte, sino justo por lo contrario: porque no te ve, porque no se dio el tiempo o el trabajo de entender quién eres. Y sobre todo porque tal vez ni siquiera se da cuenta.

Estoy entendiendo que esta es la vida que me tocó, con todos sus misterios y complicaciones, con un montón de incertidumbre, así es... más está todo lo otro, el solo hecho de respirar, de usar los sentidos, de seguir creyendo a pesar de todo, de abrir los ojos por la mañana y sentir el cuerpo, contemplar, advertir que hay algo dentro de ti que te impulsa a seguir, porque de algun manera aprendí a confiar en lo que no comprendo pero sé, existe y está. Que no me abandona.

Gracias.

Comentarios