Fin de la mente egóica...

Te he leído religiosamente, casi siempre. Es cierto. Y en todas aquellas veces iba por a. A de algo, a de acercar, a de inicio... Algunas de esas veces todos mis perturbados canales chocaron de bruces con la expectativa rota; es tan fácil desdibujarse cuando vas tras sombras, cuando mecanizas el alimentarte de migas souvenires... Pero ¿qué pasa si te reconectas?

No puedo contarte cómo pasó o si ocurrió algo muy específico que me vuelva a identificar fases de un proceso global y completo con este resultado. Solo sucedió; un instante allá, al otro muy muy muy lejos de todo lo anterior. Era como si de un piso a otro, cuando todo se volvió negro y las voces audibles estereofónicas, se me hubiesen pegado bacterias que pusieron a propagar una reacción en cadena dentro de mi organismo.

La vida es impresionante de interconectada, las cosas ocurren cuando deben pasar, no antes, no después, sucediéndose en una secuencia lúcida tan mágica que ya nada podrá ser reversado. Al contrario.

Podría decirte que hasta tengo respuesta del por qué padezco de este odioso toc de proxémica, podría decirte que mi teoría de algoritmo no era tan descabellada después de todo, incluso, podría decirte que eres yo en una realidad superpuesta y paralela y que yo soy tú, completando las fases terrestres que dejé inconclusas antes de acobardarme y perder la memoria... Podría contarte tantas cosas, las que van circulando hacia una realidad eliptica y aquellad otras que están a punto de dejar de ser binarias,,,, las que reservo para una dimensión menos desacertada, sin posesión ni mera tenencia.

Solo con afecto, amor y gratitid a muy pocas horas de atravesar el umbral al que temí durante tantos años, ignorante de qué realmente significaba.

Comentarios