Mi único.

Te recordaría con un set list que,
de seguro, incluiría esas canciones tan
parafernálicas... de extremo Black de
extremo Plaza y su mítica «sentencia»

Intentaría confesar que nunca supe nada
de Jack Irons, de Mike Macready.... menos de
Vedder y aquella anécdota que se ubicaban
con el loquillo de los Red Hot... y que en un
esfuerzo de producción, me hice de material
simbólico para aparecer como una ducha conocedora de aquella lides musicales...

Y ya que me animaría a ello, te confesaría
además que tu pene chueco me causaba gran risa, que nunca lo hicimos realmente
bien y que de seguro, esa fue la razón para enamorarme profundamente de ti...

Te diría, por último que tuve que reversionar
los hechos en las postrimerías de nuestra
relación, no me la podía admitiendo mi empeño por destruir todo lo bueno que existió, pues la locura es desdeñosa y puntuda.

Te escribiría que algunas veces busco esas canciones de the Cure y que incluso, hasta el instante de mi muerte, siempre me senti la estrella más brillante de tu galaxia.

Y te diría:
Oye, te amé, siempre.
Oye, te amé incluso, cuando no estabas
conmigo.
Oye, te amaré siempre. Aunque hayas hecho
tu vida con otra persona.

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