Sin culpas.

Llevo un tiempo importante dándome cuenta de sensaciones que antes ni siquiera pensaba, podían sacudirme a mi. ¿Qué es esa rabia tan densa que siento ante el comportamiento de alguien? ¿Qué está pasándome que no tolero aquella voz? ¿Por qué deseo apertrecharme de artillería pesada cada vez que otro se encrandece mientras yo, empequeñezco y afiebro? Una vez hace muy poco, me rasqué tanto el borde de mi mano que solo percaté, cuando me avisaron estaba sangrando...
Aunque en parte puedo hablar de sintomatología, todavía me es insoportable admitir este sentimiento de envidia que creció como mala raíz dentro de mi. Ya no solo se me atravesaban escenas en mente; empezaron a abundar situaciones cotidianas en que cada persona alrededor comenzó a representar diversos tipos de amenazas que se volvieron verdaderas torturas chinas: la voz chillona de una tipa que no para de entrometerse, la impertinente opinión majadera de la de más allá, cuya oreja anticipa como radar de cité; la desproporcionada manifestación de ninguneo, sólo por haber esbozado ser universitaria con determinada especialidad y conocimientos rebuscados, la meteórica hazaña de una peliroja que en pricipio tímida, zigzagueó subterránea hasta coronarse como la favorita de una plataforma... ¿Y todo esto para qué? Supongo que en parte, para demarcar un.circuito por donde transitan emociones negras, tan oscuras que no podía imaginármelas floreciendo dentro de mi.

He sentido y siento una profunda envidia; si x escribía de una manera, entonces lo detestaba e inmediatamente llenaba de críticas su relato; si asistía a un reconocimiento lleno de envanecimiento, la furia desataba la urticaria en todo mi cuerpo, si un conjunto de personas contribuían a mi invisibilización, yo solo quería deshacerme de todos, liquidarlos a todos.

Y haga lo que haga para deshacerme de todo esto, no sucede nada. La rabia permanece en mismo lugar. Eventualmente, un récord en publicaciones, miles de horas extras para reforzar todos los frentes laborales, volverme espectacular para fascinar los ojos de cualquier mequetrefe insignificante a cuenta de un polvo deslucido y renegable, convertirme en tapete para necesidad de otros... mucho más humillados e inocentes convertidos en ponzoñosas flechas sedientas de veneno y de venganza... incluso en éste escenario, yo continuaría sin poder evitar toda esta voráguine de puntadas extrañas adentro.

A veces, lucho conmigo misma dentro de un microsegundo, me insto a desaprender, a no odiar ni detestar pero los acentos centroamericanos me nublan; por qué debo tolerar griterio, desorden, machismo foraneo y violencia inmunda cargada de teleseries y populacho????? Nadie me preguntó si este suelo estaba preparado para ser compartido y siendo así, no es acaso regla de equilibrio aprender de reglas tanto para quien llega también?

Caminar por Santiago a determinadas horas se ha vuelto pesadilla; el matón colombiano orquestando esquina tras esquina la prostitución más sucia que haya visto en años, los sicariados intra muro asestando encargos de matones por la módica suma de $100.000, la venezolana potona que grita a través de la ventana sin importar que es domingo y que la gente común, intenta dormir tras una horrenda y pesada semana...

Mi psico dice: «Hey, ten calma; este es tu máximo desafío...». Pero me ha nacido la insoportable necesidad de decirle que se vaya un poquito a la mierda... No todp es paz y amor en el mundo, no todo es ceder y READAPTARSE por el amor de DIOS!!!! ¿Hasta cuándo con esa basura?

También podemos volvernos un hervidero de mierda andante. Por supuesto que si y ¿saben por qué? Simplemente por ser humano e imperfecto, por ser débil, por ser errático y cambiante, por ser víctima del biorritmo, de las hormonas, del estrés cotidiano, de la puta manía de moda de anhelar el sitio perfecto, condición.anormal y detestable de la gente prohappiness... A veces y es más que seguro que se vuelva un casi siempre, no quiero ser ni estar FELIZ, de hecho, tampoco quiero estar jodidamente triste y odiando por la crueldad e injusticias varias del día a día... Hay días en que simplemente necesito estar cabronamente ENOJADA, EN SILENCIO Y EN LA MAS COMPLETA SOLEDAD. No quiero responder una puta pregunta en la calle, sobre todo si es un puto extranjero, no quiero escuchar puta música cubana, ni puta música brasilera... no quiero putos dramas chabacanos ni gente odiosa molestando.

Quiero tener la opción de ser MALA PERSONA, no por amargura, ni por secuela, ni por trauma, simplemente quiero vivir sin la puta culpa de SOLO SER UNA PERSONA CANALLA, DEFORMADA, MARICONA, CRUEL Y BESTIA. Salirme con la mía, no dar explicaciones, ser trepadora y aprovechada, zorra, astuta, desgraciada, en síntesis, vivir la maldad del ser humano sin pudor ni remordimiento.

Sin corazón.
Sin moral.
Sin trauma.

Va siendo hora de ser solo una más y comportarme  como masa.

Comentarios