COLUMNA: Por fin es viernes. HOY: Teoría de la sincronización 2.0. D.D.OLMEDO. 27/01/2018'

COLUMNA: Por fin es viernes.
HOY: Teoría de la sincronización 2.0.
D.D.OLMEDO.
27/01/2018'

Juan Pablo Pizarro tenía la creencia que el universo era un “Zorro”, uno eficiente –por cierto–, pero burlón al cierre de las jornadas en que nosotros y de modo eventual, cruzamos el umbral del darnos cuenta. Estuvimos durante casi toda nuestra infancia a escasos metros de distancia, quizá incluso, cuántas veces fuimos a comprar al mismo kiosco de la esquina, esos dulces rompe muelas… Él por Marahaton y yo por Eyzaguirre, calles que se intersectaban; él adherido al seno de un matriarcado, yo, todo lo contrario. Al avanzar los años, su madre se topó con la mía en el Liceo de La Calera y no digamos que fue un evento auspicioso. Patricia Conteras (nunca olvidaré su nombre) debió haber sido una de las mujeres más desgraciadas de que tenga recuerdo. No sólo era la madre del hombre más importante de mi vida (hasta hoy; qué alegría poder precisar este dato) sino uno de los referentes femeninos que marcó mi juventud. Me he esforzado lo suficiente en distanciarme de aquel prototipo de mujer y pienso que con los años, lo logré. Ángela Teresa, en cambio, puede que no fuese de la misma laya, o sí… todavía no proceso aquella información del todo, pero al menos se apartaba del patrón en cuanto a Fernando, mi hermano pequeño (hoy, un economista brillante), a quién amó y protegió. Siempre notamos la diferencia de crianza y trato. 

Nosotros, Juan Pablo y yo nos mostrábamos enamorados sin ningún pudor frente a aquella dura y tosca mujer, y esto parecía agriarla aún más de lo que ya venía siéndolo. Atendido mí ya clásico delirio de persecución, los primeros meses me repetía que sólo se trataba de una sugestión y que no enganchara con su mala onda y desprecio. Pero el tiempo avanzó y su tiranía recrudeció antes de enterar un año de relación. Y de seguro, su empeño obtuvo los resultados desde su perspectiva…

Adportas de cumplirse veinte años desde la finalización de toda aquella historia, sólo ayer en la madrugada y de súbito, encontré la respuesta que estuve buscando durante tanto tiempo; no importa cuántas veces creas que te enamoraste y que no sobrevivirías al dolor de la pérdida: Siempre, siempre, siempre, sale el sol. ¡Es verdad! Y éste sol, puede aparecerse de diferentes maneras, formas o raras circunstancias. No importa comprenderlo todo de una vez, y seguro, generará todo tipo de revoluciones, no hay peros, no debe haberlos.

Puede ser que Eduardo represente una forma de sol peculiar, tanto como su sobriedad y puede además no se parezca a ninguna otra persona anterior, lo que es un hallazgo asombroso para mi, excavadora de tesoros en época de escasez. Es el primer hombre atractivo en el envase como en los bolsillos de su interior, en los que al meter mano corriente como la mía, he cogido atributos y virtudes que no me esperaba, como lo más relevante: luz. No quiero ocuparme hoy de los doce mil ochocientos sesenta y cuatro kilómetros que el mapa global impone entre nuestros asentamientos, porque más allá del cuerpo y contrario a estadística, el sentimiento ha crecido desde el 18 de octubre; mientras más me despego de la expectativa, más conozco a un otro, mientras más me olvido de lo que históricamente perseguí, más aparece entre las líneas, de modo objetivo y preciso, tan vehemente que solo lo sabes y ya. No necesitas forzar nada.

Las odiosas comparaciones solo sirven para ratificar el destrozo y la consigna ulterior deprime mucho más que el mismo bache. Es verdad, pero cuando pienso en Juan Pablo, hoy, siento un profundo sentimiento de agradecimiento por todo lo que me llevó a comprender: que la vida puede ofrecerte muchas más de lo que creíste estabas consignado a conformarte, pero esto lo proceso gracias a la puerta que abrió Edu. Y no es que otras personas no hayan hecho un borde de todo para ayudarme a entender, creo que se trató de oportunidad: ni yo me encontraba preparada para querer entender ni era la época de hacerlo. Pero a este tiempo, y de seguro incorporando las muchas veces que las repeticiones se volvieron como eco de fantasmas, entonces su voz y la forma de decirle las cosas a mi ser, funcionó con precisión. Debo decir que de ese se trata la soncronización. De esto y de otras hierbas, tal y como me escribió en una carta hace 20 años. «Después de mucho tiempo de caminar con mi alma torcida, he logrado enderezarla un poco... y lo sé porque al coger tu mano, sentí como si todo el universo se recogiera para entrar en el ojo mágico formado por las junturas de pliegues entrelazados; mi palma sabía que el destino  había sido trazado mucho antes de nosotros mismos, de nuestro existir, como mi corazón que hacia el correr del tiempo, aquellas líneas iban a distanciarse. Por eso pediré al universo te premie con un hombre grande, con un hombre sabio, con un hombre capaz de sintetizar en su corazón lo que quiere hacer, lo que debe hacer y lo que otros esperan que salga de él a la hora de ser en actuar, de modo tal que se aprecie como un ser coherente y auténtico...».

Entre las cosas terribles que hizo su madre, fue haber quemado parte de las cartas que durante años le envié, cartas en.las cuales le contaba lo mucho que me costaría superar todo, pues nadie queda demasiado bien si el sujeto perfecto depronto se desploma, se casa con quien te engaña y luego, borra los recuerdos sobre ti, de un plumazo. Pero aun así, creo que fue muy bueno que no se enterase jamás, de qué le sugería en aquellas misivas, hacer con su alma curcuncha... Insisto en que nadie sabe para quién trabaja.

Con muchísima agua ya deslizada debajo de muchos puentes, asisto a la lectura de las líneas de otro ser humano, de quién hace mucho tiempo también, brotó un ideario casi tan calcado al decreto de JP. Sobre su petición al cosmos. Su última broma sin cláusulas restrictivas o quizás sí, una sola:

Cuando soñamos, cuando proyectamos, con frecuencia quedamos al debe, pero cuando anhelamos para otro o por otra, siempre se cumple con precisión.

No tengo la más mínima idea de qué se hace cuando el universo te repone lo que te fue esquivo casi siempre pero creo que recogeré la sugerencia de él:

«Yo te diría que experimentes esas ilusiones y dejalas fluir y luego deja que la razón entre y luego ve como se vé la combinación...»

Así que, allá voy.
Sin restricciones.

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