Otro de tantos puntos finales.

Uno tiende a creer que ciertos eventos nos causarán en exceso y dolor, sin entender que son tan necesarios para sentirnos mucho, mucho, mucho mejor.

No sólo me he quitado un enorme peso de encima. También avanzo sobre un entendimiento más sincero sobre cosas en las que siempre he errado.

No está en mi dedearle mal a nadie. Pero esta vez he aprendido que conocer a alguien es más bien, un vaso de líquido que sacia.

Depende de uno elegir un trago que no deje sabor amargo.

Todo lo demás es una elevación que no existe, pues no hay obligación a lo imposible. Al contrario.

No hay nada de lo que hace un ser humano de buena fe, que esté mal, es solo que uno crecer al aprender a administrar los efectos y las consecuencias de ese hacer en su conjunto.

Eso.

Comentarios