REPLEGAR-SE (Parte Final)

Y entonces, en medio de aquella soledad escogida de modo consciente, (antes, inmersa en un constante desechar de opciones), me permití encontrar una alternativa menos bulliciosa a la repetitiva e inútil fórmula (al menos para mi fallada voluntad) de creer que podemos decidir cuándo y cómo morir.  Adviene un medio giro, insinuándote que algunas cosas están destinadas a cambiar, más allá del quejumbroso discurso sobre lo feo, lo malo y lo terrible que nos llevaba siempre al precario pensamiento manoseado habitual... Me di cuenta de tantas cosas y en tan poco tiempo; no he sido yo quien cambió abrupto y se convirtió en otra persona (quien se hace cargo con todo y sus avatares), sino es la vida mostrándonos a través de personajes, escenarios, acciones y/o actitudes, cómo fue que surgió la primera errada interpretación y así, el sucesivo corolario de estreches que fueron complicando todo por el camino...

Fiel a mi estilo, concluyo tácita y a solas, sendas cagadas epistolares, groseros errores de identificación de malechores, matones y demases, episodios del atrás que en rigor te ponen a decidir sobre reir, dejarlo pasar o llorar. No hay estelaridad en un solo nombre que no haya inflado a consecuencia de estados emocionales de deseo, inquietud, búsqueda y su eterno ciclo de vencer al sol queriendo cubrirle con un solo dedo. Así el asunto, este 2018 no hay trono ni para Max ni para Eduardo; apenas existe el brillo de unas charlas en torno a un chiquillo que mostró en el hervidero mental por qué cambié, por qué q hace tantos años hacia el atrás me le parecí tanto y hoy me seduce cero ser de aquella manera. Finalmente, por qué hoy sería una verdadera desgracia continuar pareciéndomele.

No hay dudas en este momento sobre circunstancias anuales en proceso de archivo; mi carpeta personal electrónica de anexamientos cumple con la esencia de una importante modificación; la naturaleza de algunos cambios suele perderse de vista, y puede que ello se deba a que aun continuamos siendo rudimentarios en nuestro proceder emocional. Pero no creo se deba a intenciones malignas o a que exista un bajo mundo emergiendo forzándonos a proceder de formas oscuras y siniestras, más se siente y observa como el ser natural e imbricado de la mente inconsciente aun sin todas sus respuestas a la hora de analizar las maniobras del compulsivo «ello». La forma de organizar aquella agrupación de acciones, varió, y entiendo que no sea gratis; ¿Cuándo adaptarse lo ha sido? Aun cuando se nos proporcionen herramientas entremedio del jolgorio no creo bien puedan administrarse,  no se logra sacudiéndose o desordenándose más, azotándose el doble... me parece que el replegarse contribuye un montón, apagar la secuencia de imagenes mentales, sentararse por ahí solo a observar y a oir, pero ya no el rumor de lo que interpretamos sino la realidad, incluso con sus matices desgraciados, con su clonficto adyacente persé, con lo penca de los «extras» promedio convidados a la complejización de la convivencia diaria.

Con todo eso y en.particular, con uno mismo polemizando sobre la aceptación, sobre juzgar, sobre no ser capaz de comprender que estúpido o no, hay mundos convergiendo siempre y que los choques frontales, son y serán, inevitables.

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