CONCERNIENTE A LO RELATIVO. Relatos, ensayos y otras hendiduras en los huesos. (Extracto/Relato N° Siete. 2016.)

CONCERNIENTE A LO RELATIVO. 
Relatos, ensayos y otras hendiduras en los huesos.
(Extracto/Relato N° Siete. 2016.)
.
.
«Me senté en un rincón extremo del segundo piso. Pareció entonces un mall enorme, de esas moles en que los arquitectos vislumbran con alguna cuota de piedad, ciertos metrajes capciosos en donde auspiciar espacios ocultos; humanidad para recovecos... Ínfima gracia concedida a la peculiaridad de personajes enrevesados como yo. Desde la mesa que ocupo, conteplé las enormes vidrieras de Dion, Zucha y Redtomb. Instintivamente cuestiono en qué intervalo Chile cambió tanto, de esa «cantidad» con sabor a demasiado... porción a veces insoportable. Y como de costumbre no asomaba respuesta clara; qué fue primero: la migración con toda su abrumadora carga de costumbres, la desmesura (como adjetivo calificativo majadero del libre mercado), la degeneración del pudor insatisfecho y pariente pobre de la frustración, y primo en primer grado del saco roto... ¿Qué fue, en concreto?
En estas épocas, las lucecitas sonoras pueden hasta volverte un asesino en serie de un plumazo; allá eras un abnegado profesor de educación media, aquí y ahora, un mercenario con metralla lista para soltar la ráfaga purgatoria. Era insoportable. Lo sé. Pero intentarlo esgrimía un ejercicio de humanidad (no de falso espíritu navideño), algo así como un nuevo y conciliador impulso destinado a volverse algo decente, menos solitario, técnicamente: mejor persona. Y por lo tanto, de esas que aceptan ser citadas a un café en las trincheras del consumismo jo jo jo. Así no más. Si roto la captura, Teresa es muy distinta de mi en muchos aspectos, tan lúcida y capaz de levantar muros a su alrededor, concreto sólido que transforma sus tímpanos en filtro canalizador. Entraba por su canal auditivo solo asuntos escogidos sin ninguna clase de culpa. Y ésta era su máxima gracia: no sucumbir al underpressure... Hay que admitírselo de entrada para ilustrarles de qué irá todo esto.
Cada vez que la veía aparecer, yo me animaba, una especie de calambre irregular sujetaba mis pies y atontaba mi musculatura de forma tal que el cuerpo parecía echarse sobre su extravagante relato. Yo siempre necesitaba atontarme en su luminosidad, como la mariposa nocturna que soporta estoica el choque aturdidor contra los muros, solo por su fascinación al resplandor. Al escucharla, mi estructura ósea volvía a encontrarse con todo lo demás. Entonces, funcionaba, lo mismo que la fusión entre ritmo y letra en una canción construída para funcionar. Y no digo con esto que ella orquestase artilugios para engranar-me, digo que Teresa era perfecta para mi justo al no saberlo. Ni siquiera planteárselo como un paréntesis caritativo dentro de una dimensión paralela. Y a mi, me gustaba de ese modo; la realización a sus anchas lo convertía en un segmento de privegiada resistencia espiritual. Conmovedor para una cabeza tan predecible como la mía.
A ella todas las carreteras le resultaban un sin asfalto o lo que es igual, pensar que las limitaciones provenían de la estrechez de lo vivencial singular, parecía ser más un argumento manoseado que escondía una realidad más sórdida, es decir... ningunear la precariedad ajena sólo para monopolizar la subjetividad de lo realizable. Por eso ella lo lograba y hasta con talento... podía sortear cualquier escenario, incluso los secuestrados por el chileno promedio o común, atormentado con el presupuesto navideño, siempre amargo y resignado a la cuota de deslinde. Para quienes no le conocieran, capaz y aparecería como la más indolente de todas, acostumbrada a barrer cualquier atmósfera que quisiese, llevarle la contra. Pero a poco andar, se concluiría que en su fondo, se trataba más de una tipa ciento por ciento enfocada en el ascenso, imbuida en los procederes presentes, incapaz de perder tiempo precioso para gestión de cuadros ideales. Dicho por ella misma: ¡Qué más da! Deja que los burros rebuznen hasta que sus chillidos acaben por confundirse con el ruido ambiente...»

Comentarios