Happy birthday to me!!!!

Hoy, estoy de cumple años. Mientras en mi oreja suena Bizarre Love Triangle de New Order, se me ocurre pensar la cantidad de cumples que se perdió Ian Curtis y todos los que me hubiera perdido, si la soga no cede...

Hay que vencer la adversidad. Como sea. Todas las veces que sea necesario.

Y hoy me lo repito en voz alta. Lo añado en destacado, porque a pesar de todo, la vida es buena y hay que vivírsela entera!!! Solo de este modo, en el último instante sabremos de qué se trataba, qué era lo necesario poner adelante y qué cuestiones hacia el punto final...

Me he regalado tres objetos. Una pequeña libreta de notas con empaste londinense, para ir decretando ya más maciza que pronto estaré tocando ese suelo; unos pendientes sicodelicos para jamás olvidar cuánto me gusto, cuanto necesito atenderme, cuidarme y quererme día con día... me quedan fenomenales y unos zapatos todo terreno que ayudarán a aplanar todas las otras calles que me falta recoreer y que vislumbro en el 2019. Con eso es suficiente para mi. Una recarga de MB para el dispositivo móvil, unas calugas de leche para cuando agrie el día y los pocos alimentos que me he ido acostumbrando a ingerir, porque todos los días comprendo más sobre lo dañino del glutén y sus parientes cercanos.

Justo en este instante en que celebro un año más de vida, completamente SOLA y consciente, me siento por fin completa. El proceso de individuación está hecho. Y puta que cuesta. No solo entendí la larga lista de cuestiones que son solo accesorias, las personas que sí valían la pena y que solo el tiempo te enseña a dimensionar cada pequeño detalle de la historia contada desde otros ángulos, antes incomprensibles para ti.

Creo que la parte fundamental de crecer es desatarse de culpas absurdas, perdonarse primero que al resto (base para recuperar el amor propio), hacer el mejor aseo mental de tu vida, hasta ahora: OCUPARSE en buenas cuentas. De pronto me desperté y contemplé mi desastre (el real y el figurado) y fue bueno ver, verse tal y como eres, sin los adornos que trataste mostrar durante dos décadas, convencida que autoflagelarse era una expiación que Dios iba a celebrarte en las postrimerías de tu vida... ¡Ja!

Si Dios existe (y aun creo que si), en caso alguno es uno castigador. No es el fiscal vanidoso empeñado en un reconocimiento cansino, claro que no. Supongp todavía que ES, por sobre todo, una fuerza inconmensurable que está por sobre todas las cosas, remando contra corriente y contra nuestro puto albedrío que, a la larga, es responsable de tanto desastre.

Estoy segura de que todas las veces en que tomé decisiones estúpidas, sostuvo su cabeza diciendo: ¿Qué más quieres Ángela? Y sí. Ese querer más de saco roto, no existe. Se terminó.

En su reemplazo nació otro plano, uno de enfoque en realizarme a través de otros amores, nuevas formas de propósitos y objetivos definidos en una línea de sutilezas que solo deben importarme a mi, pues se trata de mi existencia y del cómo decida vivirla.

Este año entendí el valor de la amistad, el sentido que ocupan en nostros la experiencia y la extracción de la medida exacta de leccción en cada aprendizaje; solté la mano, escribo mejor, he dejado atrás fantasmas terroríficos, y también a un par de humanoides que ya nada aportaban al miedo de origen. Aprendí a luchar, sobre todo para armonizar la coherencia, a obviar las fustigaciones intra muro y tras pantallas, de esas que abundan en la internet; comprendí cómo es que se puede administrar la agresión soterrada, la amenza permanente sobre nuestro género, sobre nuestra fragilidad femenina siempre por debajo del macho cabrío que ya no es más el Alfa de la manada. Regresé a mi primer amor, el punk y se me coló a la sangre, por lo tanto, me volvió reaccionaría, contestataria, indecente y potente. No hay vuelta hacia el pasado oscuro lleno de sondas y placebos. La máxime de este año fue comprender que no necesito un hombre a mi lado para sentirme íntegra o completa, pues vaya que hay espejismos rondando y el oasis en medio del desierto, solo es una modalidad distinta de anestésico 2.0, sofisticado y embolinador.

No sé si exista un hombre hecho a mi medida o si yo sea la mujer diseñada a la medida de un otro. Creo que esta es la parte más importante de individuarse, al final, el loco Víctor tenía razón: se trata de uno, de definición, de creer que vales la pena, de que en el encuentro o búsqueda de un amor más real, la primera elección seas tú misma (o). Y al darte cuenta que te hallaste, no soltarte nunca la mano, decirte a diario que no importa cuantos pasos des en falso si lo haces por ti y para ti. Siento que esta es la clave, pues cuando partes de afuera hacia dentro, te pasa lo que me sucedió a mi, pasarse una vida entera desperdiciándolo todo, fugarse de todos, esencialmente de uno mismo.

Este es el día en que me siento invencible, pero sin arrogancia. Invencible de energía, de disposición y con ganas de otros round, porque la vida a la larga es eso, un round continuo en que el entrenamiento te vuelve luchador capacitado, estratega, ojo de lince y de tigre (acá debería estar sonando el tema de Rocky!!!! Ja); expertice que te dota de un blindaje corporal y emocional, y que desde ese parametro, deja de impedir el desarrollo, floreces........

Y así me siento. Como una flor expuesta orgullosa de su belleza y su ser cien por ciento humano calibrado que no necesita más la oscuridad para esconderse de la vida.

He vuelto. Me hago cargo. Vivo.

Comentarios