Emilia...



¿Para qué eres bueno/a?
¿Te lo has preguntado? ¿Lo has hecho verdaderamente?
Y siendo así, ¿Cuál fue tu respuesta? ¿Bueno en qué eres?
¿O descubriste que eras extraordinario en algo?
O ¿Promedio? ¿Suficiente? ¿O definitivo y descartable?
¿Entendiste algo valioso o relevante sobre ti?
Yo, puede que sea capaz de algp mayúculo ppr primera vez en mi vida, dándosela a alguien más.
¿Es esto extraordinario?
¿Es algo común y corriente o en verdad va más allá de una etiqueta?
Me han dicho que a mi edad, nada es como a los 20. ¡Ja! Como si necesitase que alguien se irrogara el derecho de explicarme algo así y en este escenario, nada está decantado en viabilidad. No sé cómo debo sentirme (no me refiero a lo físico; soy la máquina oficial del vómito), ¿Cómo es que se sienten las mujeres bajo esta condición?
Otra cosa sería en un escenario más idílico, con un partner de junto, atento, comprensivo y hasta amoroso. No es el caso. Estoy sola en esta parte de mi vida sin saber el descenlace. Le he explicado, sin embargo, que no me siento capaz de ser su madre y del por qué lo veo de tal forma, le he dicho que así son las cosas, que tal vez sea demasiado complejo de explicar y puede que esto le haya desanimado, puede que más que yo haya visto la panorámica de las circunstancias. Entre nos, le comenté que sospechaba se trataba de un «ella», pues soñé con una pequeña que nunca antes ví. Era hermosa, con unos ojos inmensos y oscuros, profundos. Y entonces recordé que perfectamente, podría tratarse de ella.
Ahora que pienso en esto, recuerdo el pasado. Antes de los quince siempre quise tener una frondosa familia. Imaginaba cuatro adolescentes sentados a la mesa, con sus pololas, con sus relatos de tarde dominguera bajo un sol de verano en la casa de campo. Pero esas postales se fueron destiñendo con los años... Mi amigo Jano dijo: A veces las situaciones más improbables o difíciles, se transforman en algo bueno (o algo así).
¿Para qué soy buena?
¿Lo seré?
Hablaba y ejemplificaba con esos clásicos matris que en apariencia lo tienen todo y que igual se desmoronaban. Sé que él, es bueno para sortear casi todo. Su amor es fuerte, dio frutos y lo noto en paz. Se siente que es bueno para sostener una familia. Siempre lo supe.
Antes, mucho antes de volverme preguntona y esceptica, pensaba era buena para hacer reir a los demás (maldito desfase temporal, me hubiera vuelto comediante de standup...). Me creía ciertamente, chistosa, algo así como el alma de la fiesta. Lo que el resto no comprendía era que se trataba de un mecanismo poderoso de supervivencia. Nada más, nada menos.
Luego, me creí buena para el malabarismo pulpístico; hacia casi de todo y hasta en simultáneo. Gran época..... todo tan estético y dinámico, tanta creación.
Más adelante me supuse buena para estudiar, pero en el fondo lo que quería o necesitaba era borrar una estela de viejas dolencias e inseguridades, como si la intelectualización borrase de un plumazo a la gente acostumbrada a mirar por encima del hombro.
Pero en algún momento del dos mil y algo, empecé a creer seriamente que era buena en algo: Describiendo.
Con todo, durante todos esos años nunca me di permiso para procesar si podía ser buena en algo más, ser mamá.
Ahora que me lo vuelvo a preguntar, todavía no soy capaz de comprenderlo y decir la respuesta en voz alta. Puede que esté guardando silencio para que la «Emilia» no oiga (no se me ocurriría un nombre mejor que ese). Aun no veo respuestas cercanas, todavía debemos esperar un poco más, pero algo cambió desde anoche Jano me habló, no sé cómo ser pertiente ahora en torno al valor y que alguien que aprecias mucho, te lo imprima así de repente.
¿Para qué somos buenos?
Para huir o para quedarnos a averiguar......  abrir las ventanas, permitirnos que entre el sol.
Puede que al final, sea la mejor en ello.

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