Is Back!!!



Is back!!!!
A eso de las 02:00 de la madrugada, se me apareció en whatsapp el líder de la Romocracia: ¡Jano! Y no tienen idea de la inmensa alegría que sentí tras varios días de sumo agobio. No sé si lo han de recordar de entre mis relatos, pero este es el mismo amigo que me recibió con báculo en mano, el mismo con quien me preparé para la confirmación de la fe católica cuya celebración, al menos para mi, no se consumó, el mismo ser viviente a quién inmortalicé en mi primera novela, ese que me instó siempre a escribir, amigo de incalculable valor... el mismo sujeto a quien logré amar de una manera tan diferente y significativa, pues quitando el sexo, el amor pierde su esencia posesiva y mezquina, y entre nosotros fluyó ese pacto tácito. Ese mismo.
Alejandro Romo is back... ¡Ja!
Siempre supe que el intervalo de tiempo era un mero anestésico, porque sabía que el reloj nos haría el favor del reencuentro.
Si he de nominar personas, diría que él y Manuela, han sido las únicas dos almas humanas a las cuales he respetado, a las que siempre veo acomodada en mi jardín mental de buenos recuerdos, célebres en mi mente por la forma de sus corazones e irrepetibles en médula pues no fueron creados en serie.
Mi definición de amistad surge de ese sentimiento hacia ambos. Por eso sabía que volveríamos a hablarnos.
Había pensado tanto en Jano, porque Jano es un hombre sabio, sabio de aconsejar con el espíritu, atormentado del siempre precario equilibrio y entender las oscilaciones en el alma, pero un tipo bueno de adentro.
Al oírlo al cel fue como si todas mis costras internas cediesen y como si el reloj nos regalara una pausa genuina en donde alguien que te aprecia a la antigua, se interesa en cómo estás. Al contárselo, manifestó su opinión y su sensato juicio de valor. Eso es lo que tanto extrañaba...
Son tiempos duros me digo cada anochecer, son tiempos violentos, cuando amanece... hay un canal que enarbola una publicidad sentenciando que EL MUNDO CAMBIO Y QUE DEBEMOS ACEPTARLO, comercial que reselta una secuencia de imagenes y frases ad-hoc, furiosas, compulsivas, vehementes, cahuineras e incitantes; mujeres que muestran senos descubiertos como título de victoria o muestra de emancipación y empoderamiento (que palabra tan confusa...), la ilusión visual del arribo a la luna, los conflictos bélicos y su estela herencia de beligerancia... la internet, los descubrimientos farmacéuticos, la crisis venezolana y los pactos vergonzosos para evitar el sombrío vértigo del hambre masivo; el cimiento TIC y su macabra deformación que avala performances, bulling, vejamenes y sendas violaciones de derechos constitucionales aquí y en casi todas partes... Y sí, nos instruye la propaganda a ACEPTARLO!!!!!
Por eso sentí una alegría subita a pesar de la procesión interna; la Romocracia es un régimen político antiguo, amorosamente teñido de connotaciones políticas respetuosas y cuyas bases se erigen sobre otra clase de fundamentos y valores. De ahí el sentido de su impacto, desde el ayer y aun, en mi presente.
Tengo tantas cosas que contarle, demasiadas. Empecé casi enseguida a hacerme una lista mental... tengo que contarle de muchas aventuras, desventuras y avatares, tengo que decirle entremedio cuánta falta me ha hecho su entrañable amistad, hacerle varios cuadros sinópticos para que pueda imaginárselos con mis morisquetas e histrionismo de antes. Debo contarle todo, en abundancia, y con esmero. Incluso debo contarle cómo fue que llegamos a este hoy.
Y sí, supongo que debemos aceptar que el mundo cambió, pero entremedio de toda esa vorágine lapidaria que nos deja medio tuertos, hay que permitirse al menos algo no cambie: el infinito amor que sentimos por nuestros grandes amigos.

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