Los nidos del enojo.- @ddolmedo



Los nidos del enojo.- 
@ddolmedo 
. 
No se estén interesados en saber que, las personas enojadas o molestas, gastan en promedio de 25 a 40 minutos en soltar su bronca... La gente ennegrecida y ofuscada por el impás, es capaz de gastar eficientemente su tiempo en convencer al otro lo desafortunado que ha sido tal o cual hecho y que, aunque textual puede llegar a decir que “se le quitó”, la verdad es que no está ni cerca de pasar. Muy por el contrario, la gente usa su resentimiento para masticarlo como chicle incluso, si después de largas luchas contra la mandíbula, éste ya no tiene gota de sabor... ¿Qué pasa que no podemos superar el enojo? ¿Es verdad aquello de que solo el tiempo logra cerrar la herida? Y siendo así, ¿qué necesitamos para, al menos, franquearnos un ahorrito que quite el elemento eternizante a la espera? 
. 
Parce ser que la consideración juega un rol fundamental. Creo que depende en mucho de qué ha originado la bronca y comprender desde esa postura, por qué quién nos hirió, ofendió o lo que sea, no pensó en respetarnos. ¿Qué tendría que haber pasado para que el otro comprendiese las cuestiones que son significativas para quien se ha sentido pasado a llevar? 
. 
Hay muchas visiones sobre lo que importa respeto, claro está, pero el concepto en sí mismo en lo suficientemente universal como para abastecerse a sí mismo. Es decir, el respeto visto como axioma/valor, no debería depender de la esfera del asunto, esto es: sus cualidades. Respeto se debe al capitán y hasta el paje, pasando por todos los valles intermedios. 
. 
Pero la función del respeto ha derivado en un temor reverencial que se impone a circunstancias y cosas, solo dependiendo del interés que, revista, o de la coerción que, eventualmente, pudiese ejercer el otro y quien se convierte en agente o detenta la opción de privilegio de someter a otro, de modo tal que el sumiso no tenga más opciones que acabar acatando o solo no cuestionando. Al menos, públicamente.  
. 
Pienso un poco en la situación específica que atraviese a alguien que se está relacionando con otro, cuyo peso social infunde “respeto” en sí mismo... ¿Qué pasa en estos casos? ¿Por qué podría suprimirse el enojo si es válido enfadarse? ¿Sólo porque el otro ejerce presión social? Me parece que no. 
. 
Creo enojarse hace bien, pero no todas las fórmulas de representarlo aparecen claras y/o sanas.  
. 
En mi caso, suelo enojarme muchísimo cuando me decepciono. Porque no hay tránsito entremedio; estoy en un limbo y luego luego, me enfurezco. Y con justa razón. Ahora bien, no siempre contamos con salvoconducto para enojarnos y dejar la embarrada, pues habría que calibrar qué tan responsables somos de no habernos notificado de determinadas cuestiones, y por lo tanto, enojarse pasa a entenderse como colapso moral, arrebato ético, orgullo herido, o qué se yo. 
. 
Es verdad, estando enconados se gasta demasiado tiempo en regresar al canal de luz. 
. 
(Dejo hasta acá una primera parte de este post.) 

Comentarios